Desde hace varias semanas creo que he pasado a la segunda temporada. Me explico, ya no me siento “recién llegadita”, conozco buena parte de la ciudad, muchas calles, autobuses, líneas de metro, etc. No estoy como Pedro en su casa, porque mis limitaciones de orientación me lo impiden, pero por lo menos, me muevo en Barcelona a nivel “usuario”.
El barrio donde vivo se llama Les Corts (o Las Cortes en castellano), ya sé los horarios del supermercado, de la panadería, la farmacia, etc. Tengo mis “caseritos” y los rostros de mis vecinos me son familiares. No puedo decir que me siento como en casa, pero ya no me siento extraña, lo cual en realidad, es sumamente importante. Creo que estoy en la segunda temporada.
Mi casa ha vuelto a la tranquilidad, hace un poco más de un mes, caímos en crisis, pero el tiempo mezclado con paciencia y mucha voluntad, hacen que las cosas vuelvan a estar en armonía. Es como si el tiempo se sintiera culpable y decidiera devolvernos la estabilidad que nos quitó. Porque además sabe que volveremos a perder el equilibrio y lo necesitaremos para recuperarnos. Es un círculo vicioso, como la vida misma, donde pasamos por momentos de perfecta armonía, caemos en épocas en donde todo se torna gris y luego, en algún instante, no sé cómo, nos levantamos, volvemos a caminar y a recuperar la perfecta armonía.
Ahora en Les Corts son buenos tiempos y toca disfrutarlos. El último en llegar ha sido Marco, y como buen italiano ya preparó pasta para toda la familia. En una casa en donde los cocineros escasean y la buena comida no se prueba con frecuencia (a decir verdad, creo que hasta ahora no se ha probado), pues su gesto fue por demás valorado. Tobias es todo un personaje, es Phoebe en versión masculina. Vivir con él ha hecho que descubra que me gusta enseñar español. Dani y Montse son las mexicans, a veces cuando hablo con ellas, siento que estoy en una novela! Es muy chistoso… son (junto conmigo) el lado femenino de la casa. Yo, aunque suene duro, soy la más vieja… lo cual ha servido para etiquetarme como “la mamá”, no me gusta mucho… pero es. No solo soy la mayor sino además la más antigua en el depa. Creo que mi personaje en esta segunda temporada es el más aburrido!
Estos nuevos tiempos además vienen cargados de una incipiente primavera, lo cual me hace mucho bien. Ya era momento de sol, de flores, de calor, de buenas noticias, de alegría y de empezar a respirar armonía. Hace tiempo que me hacía falta.
El barrio donde vivo se llama Les Corts (o Las Cortes en castellano), ya sé los horarios del supermercado, de la panadería, la farmacia, etc. Tengo mis “caseritos” y los rostros de mis vecinos me son familiares. No puedo decir que me siento como en casa, pero ya no me siento extraña, lo cual en realidad, es sumamente importante. Creo que estoy en la segunda temporada.
Mi casa ha vuelto a la tranquilidad, hace un poco más de un mes, caímos en crisis, pero el tiempo mezclado con paciencia y mucha voluntad, hacen que las cosas vuelvan a estar en armonía. Es como si el tiempo se sintiera culpable y decidiera devolvernos la estabilidad que nos quitó. Porque además sabe que volveremos a perder el equilibrio y lo necesitaremos para recuperarnos. Es un círculo vicioso, como la vida misma, donde pasamos por momentos de perfecta armonía, caemos en épocas en donde todo se torna gris y luego, en algún instante, no sé cómo, nos levantamos, volvemos a caminar y a recuperar la perfecta armonía.
Ahora en Les Corts son buenos tiempos y toca disfrutarlos. El último en llegar ha sido Marco, y como buen italiano ya preparó pasta para toda la familia. En una casa en donde los cocineros escasean y la buena comida no se prueba con frecuencia (a decir verdad, creo que hasta ahora no se ha probado), pues su gesto fue por demás valorado. Tobias es todo un personaje, es Phoebe en versión masculina. Vivir con él ha hecho que descubra que me gusta enseñar español. Dani y Montse son las mexicans, a veces cuando hablo con ellas, siento que estoy en una novela! Es muy chistoso… son (junto conmigo) el lado femenino de la casa. Yo, aunque suene duro, soy la más vieja… lo cual ha servido para etiquetarme como “la mamá”, no me gusta mucho… pero es. No solo soy la mayor sino además la más antigua en el depa. Creo que mi personaje en esta segunda temporada es el más aburrido!
Estos nuevos tiempos además vienen cargados de una incipiente primavera, lo cual me hace mucho bien. Ya era momento de sol, de flores, de calor, de buenas noticias, de alegría y de empezar a respirar armonía. Hace tiempo que me hacía falta.
Como post data, una foto de la transición... de izquierda a derecha Montse, Tobias, Jorge, Karina y Dani.
3 comentarios:
Kari! Se te ve muy bien con toda la gente de tu piso! Sigue pues contándonos cómo te va! :D.
Rancho!!!! Gracias por visitar Hutku!!! Ahi voy con mis nuevos roomates :D
Beso,
K.
JAJAJA MUY BUENO!!!
De verdad que es uno de los mejores articulos!!
Excelentes comparaciones y una autocritica convincente!
Roonie
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