viernes, 17 de octubre de 2008

El mal gobierno se llena de criminales y corruptos

Si bien, este blog tiene un toque personal y últimamente está completamente alejado de la política, lo cierto es que ese fue el objetivo inicial cuando decidí crearlo. Ahora, ya de vuelta, he recordado que es imposible vivir aquí sin comentar algo sobre nuestros congresistas, alcaldes, autoridades, políticos, etc, que día a día nos sorprenden.

La semana pasada se desató el mayor escándalo de corrupción en lo que va del gobierno aprista. Los impresentables Rómulo León y Alberto Quimper hicieron el faenón del año, que además fue el detonante para cargarse a todo el gabinete ministerial. El día miércoles, juramentaron 6 nuevos ministros, 10 antiguos y Yehude Simon a la cabeza. Entre los que se fueron, celebro que le hayan quitado la cartera de producción a Rey y hayan librado al sector salud de la ineptitud de Garrido Lecca.

Ni bien se designó a Yehude, empezaron las críticas y mezquindades, con quien viene siendo el mejor presidente regional en todo el país. Es cierto que es un nombramiento que debe invitar a la reflexión antes que al entusiasmo y que se trata de una persona que pese a sus méritos, no conoce el puesto; pero de ahí a acusarlo de terrorista, (después de haber estado 8 años en prisión y ser indultado por el gobierno de Paniagua) hay una enorme distancia. Cuando no, el fujimorismo (gobierno que lo metió preso y al que no le dio la gana de indultarlo), embarrando y embarrando. ¿Es que no saben hacer otra cosa?

Creo que ha sido un buena decisión por parte de AGP, pero muy riesgosa para Simon. Queda demostrado que en el partido de gobierno no había rostros que pudieran suceder a Jorgito, y que la única salida que tuvo el presidente, fue reducir lo más que pudo, la presencia de apristas en el gabinete. Lo cual, siempre es una buena noticia.

Y por si fuera poco, Rómulito Ratón Alegría sigue prófugo, pero para que nos olvidemos y empecemos a hablar de otra cosa, ayer Magaly Medina fue sentenciada a 5 meses de prisión efectiva por difamar al futbolista Paolo Guerrero.

¿Cortina de humo dicen? El gobierno descartó que así sea. La ministra de justicia dijo que "acá no hay ninguna cortina de humo, el Poder Ejecutivo reitera su respeto irrestricto a la libertad de expresión". Por su parte, el presidente del Poder Judicial, Francisco Távara sostuvo que esta sentencia debió dictarse antes, pero que las partes solicitaron postergaciones.

Lo cierto es que desde ayer en la tarde, nadie habla de otra cosa. A esta señora la meten presa, mientras que hay un gran raterazo paseando campante. Como dice el manifiesto zapatista en Náhuatl: Nuestra lucha es por la justicia, y el mal gobierno se llena de criminales y asesinos (y en este caso también de corruptos).

jueves, 9 de octubre de 2008

A 3800 msnm

Una de las primeras cosas que hice al regresar a Lima fue sumergirme en el interior del país. Cusco y Puno fueron mis destinos. La primera, es de mis ciudades favoritas, un lugar en donde pese al frío, me siento feliz, me encanta, me divierte, me dan ganas de quedarme y buscar algún pretexto para no tener que irme... lamentablemente hasta ahora, no he tenido éxito.

La segunda, es una ciudad que he visitado en más de una oportunidad, pese a que el frío y la altura son sus principales características, aún así, volvería varias veces más. El paseo por el lago, la vista cuando uno va llegando poco a poco a la ciudad y el mercado artesanal, son de las cosas que más me gustan. Puno tiene sus encantos, el cielo tan azul y las nubes dibujadas, generan en mí una sensación indescriptible.

Los paisajes, el descanso y la buena comida, fueron suficientes para sentirme feliz de estar de vuelta y recordar los lugares que más he extrañado del Perú. En Cusco coincidí con la fiesta de la Virgen de la Natividad y disfruté bailando con los K'apaq Negro en Huayllabamba. Comí choclo con queso en el mercado de Pisac y compré (para variar) infinidad de artesanías. Esta rápida inmersión en el mundo andino, fue justa y necesaria.

Ya en la segunda parte del viaje, pasamos una noche en Amantaní, una pequeña isla en el Lago Titicaca a 40 kms de la ciudad de Puno (que en las lanchitas se hacen entre 3 y 4 hrs). Silvia y Mario fueron los que nos acogieron en su casa. La única actividad económica de la isla es el turismo y consiste en brindar hospedaje (en su propia vivienda) a los viajeros, acompañarlos y pasearlos por la isla. En Amantaní no hay luz, ni agua ni desagüe. Tienen escuela, posta médica y el mercado llega dos veces por semana. La población se alimenta de lo que produce, generalmente oca y papa. El agua la sacan de un manantial cercano pero las velas las tienen que comprar. La mayoría de la gente habla quechua, no llegan diarios y como no hay luz, no pueden ver tele. Para ir a Puno deben tomar la lancha que sale a las 8 de la mañana, pero no podrán regresar hasta el día siguiente.


Es curioso saber que nuestro crecimiento económico se mantiene constante, que estamos preparados para afrontar la crisis mundial, que el desempleo y la pobreza han disminuido, y que miles de peruanos siguen viviendo sin los servicios más básicos y totalmente alejados del resto del país. El único presidente que ha ido a la isla ha sido Fujimori llevando un generador de energía, que les daba luz solo de 8 a 10 de la noche. Ese generador por falta de mantenimiento se malogró y ahora no sirve para nada. No hay que ser muy inteligente para darse cuenta que en las elecciones del 2011, los 4000 habitantes de Amantaní podrían apoyar una candidatura fujimorista. Otro gran porcentaje de la población mantendrá su respaldo hacia Humala. Por lo tanto, en la medida en que la desigualdad social siga siendo de los principales problemas del país, una segunda vuelta entre Keiko y Ollanta no es tan inverosímil.

miércoles, 1 de octubre de 2008

De vuelta a casa!

Ha tenido que pasar casi más de un mes para que pueda volver a sentarme a escribir. Ya me siento (casi) totalmente instalada, ya di esos largos y grandes abrazos a la gente que tanto he extrañado, ya me senté con mis amigos del alma a hablar de mí, de ellos y de todo este tiempo separados. Ya visité a las que se casaron, a las que tuvieron hijos, a las que se cambiaron de enamorados, novios, esposos, a las que hicieron todo eso sin que yo estuviera.

Ya he tenido varios desayunos, almuerzos, cenas y sobremesas con mi familia, espacios que tanto disfruto y que ya había perdido la costumbre de tener. Ya he abrazado eternamente a mis abuelitos y he sentido lo mucho que los quiero y lo importante que es sus vidas en mi vida. Ya he regresado al trabajo, he visto caras nuevas y antiguas, he vuelto a las 8 hrs - 5 días a la semana, he vuelto al mundo de la prisa, de los horarios, de las llamadas, reuniones, el mundo de “lo quiero para ayer”.

Mi regreso ha tenido de todo, novedad, diversión, extrañeza, aburrimiento, cansancio, preocupación y hasta tristeza. Ha tenido de todo. Ahora estoy nuevamente en esta ciudad que a veces me espanta, sumergida en el tráfico y las bocinas, que no sé si sea mi impresión, pero siento que cada día tocan más y más fuerte. El cielo gris y la garúa limeña me acompañan día a día. Escucho RPP por las mañanas y veo programas periodísticos antes de dormir, pero sigo sin entender la mayoría de cosas que pasan en el país.

Atrás quedaron los días que empezaban alrededor de las 11 de la mañana. Difícilmente salgo entre semana y mis ojos ya no se mantienen despiertos hasta la madrugada. Como religiosamente tres veces al día y los quehaceres de la casa ya no son parte de mis preocupaciones. Algo que se llama rutina se está convirtiendo en mi mejor amiga y a decir verdad, esta nueva amiga no me cae bien.

He vuelto a casa, a la vida de familia, al trabajo de oficina, a subirme a un taxi con desconfianza, a renegar con las combis, a sentirme una reina cada vez que entro a Wong o a cualquier otro establecimiento. He vuelto a juntarme con quienes me conocen de toda la vida y me hacen recordar lo que soy y lo que era, pero no lo que quiero ser. Lima en estos momentos, genera en mí muchos sentimientos a la vez, pero a pesar de todo, como dice Benedetti, es el lugar en donde ha quedado mi infancia y en donde envejecen mis padres.

Extracto de un poema para hablar de la noción de patria:

Pero ahora no me quedan más excusas
porque se vuelve aquí
siempre se vuelve.
La nostalgia se escurre de los libros
se introduce debajo de la piel
y esta ciudad sin párpados
este país que nunca sueña
de pronto se convierte en el único sitio
donde el aire es mi aire
y la culpa es mi culpa
y en mi cama hay un pozo que es mi pozo
y cuando extiendo el brazo estoy seguro
de la pared que toco o del vacío
y cuando miro el cielo
veo acá mis nubes y allí mi Cruz del Sur
mi alrededor son los ojos de todos
y no me siento al margen
ahora ya sé que no me siento al margen.

Quizá mi única noción de patria
sea esta urgencia de decir Nosotros
quizá mi única noción de patria
sea este regreso al propio desconcierto.


Mario Benedetti.