Que el Parlamento Europeo rechazó incluir al MRTA en lista de organizaciones terroristas, no es sorpresa para nadie y que APRODEH tuvo una participación poco feliz con su famosa carta, tampoco. Todos los medios hablan del tema y como era de esperarse, se ha levantado más polvo del necesario.
No pensaba escribir sobre el tema, pero algo que me pasó el domingo, me hizo pensar en todo el escándalo que ha desatado la carta y a algo que en psicología se llama error fundamental de atribución. Atribuir es algo que hacemos todo el tiempo, no es otra cosa que tratar de entender por qué las personas actúan de la forma en que lo hacen. ¿Por qué APRODEH escribió esa carta? El error fundamental de atribución nos dice, que cuando se trata del comportamiento de los demás, sobreestimamos las causas disposicionales (es decir las internas, los rasgos personales). Entonces, ¿por qué APRODEH escribió esa carta? Sencillo, ya lo han respondido varios, porque es una ONG llena de rojos izquierdosos y además (en palabras del presidente) traidores a la patria. Una vez que encontramos la causa viene el proceso de generalización, APRODEH por lo que ha hecho es una ONG pro-terrorista al igual que todas las que se dicen defensoras de los DD.HH. Si no pregúntenle a García por qué ha retirado a 64 ONGs (incluida APRODEH por su puesto) del Consejo Nacional de Derechos Humanos.
Por si acaso se mal interpretara mi opinión, no estoy defendiendo a la ONG en mención, ni mucho menos quitándole la etiqueta de grupo terrorista al MRTA, que lo es y lo sabemos todos. Pero de ahí a todos los juicios que se han levantado, hay mucha distancia. No es novedad que nuestro presidente no es una persona muy respetuosa de los derechos humanos, varias matanzas en penales y demás sucesos lo pueden corroborar, pero la actuación poco pertinente de APRODEH ha servido para que García y muchos de nuestros políticos afilen sus cuchillos y sus conocidos argumentos en contra de las ONGs. De todo lo que se ha dicho, que ha sido bastante, me quedo con un comentario de Fernando Tuesta:
"Nada de lo anterior, debe permitir esta campaña infame contra Aprodeh, Francisco Soberón y los derechos humanos. No debemos dejar de reconocer que lucharon y luchan por un país digno para todos. Lo demás es mezquindad o venganza".
Y para terminar el episodio de la carta, un extracto de la columna de AAR que me remitió a lo que pasó el domingo y luego, pasó a contarlo:
"Seamos claros: Aprodeh cometió un error, pero este no fue defender al MRTA. Permitir que se le acuse, sin fundamento, de ser proterrorista, significa no darse cuenta de que el motor del cargamontón es la reactivación de la intención aprofujimorista de demoler a las ONG y, en general, a quienes no compartan sus objetivos, como la prensa que no se les cuadre. Y ahora cuentan con la ayuda de Ollanta Humala, y de algunos fujimoristas de Unidad Nacional que están saliendo del clóset".
No pensaba escribir sobre el tema, pero algo que me pasó el domingo, me hizo pensar en todo el escándalo que ha desatado la carta y a algo que en psicología se llama error fundamental de atribución. Atribuir es algo que hacemos todo el tiempo, no es otra cosa que tratar de entender por qué las personas actúan de la forma en que lo hacen. ¿Por qué APRODEH escribió esa carta? El error fundamental de atribución nos dice, que cuando se trata del comportamiento de los demás, sobreestimamos las causas disposicionales (es decir las internas, los rasgos personales). Entonces, ¿por qué APRODEH escribió esa carta? Sencillo, ya lo han respondido varios, porque es una ONG llena de rojos izquierdosos y además (en palabras del presidente) traidores a la patria. Una vez que encontramos la causa viene el proceso de generalización, APRODEH por lo que ha hecho es una ONG pro-terrorista al igual que todas las que se dicen defensoras de los DD.HH. Si no pregúntenle a García por qué ha retirado a 64 ONGs (incluida APRODEH por su puesto) del Consejo Nacional de Derechos Humanos.
Por si acaso se mal interpretara mi opinión, no estoy defendiendo a la ONG en mención, ni mucho menos quitándole la etiqueta de grupo terrorista al MRTA, que lo es y lo sabemos todos. Pero de ahí a todos los juicios que se han levantado, hay mucha distancia. No es novedad que nuestro presidente no es una persona muy respetuosa de los derechos humanos, varias matanzas en penales y demás sucesos lo pueden corroborar, pero la actuación poco pertinente de APRODEH ha servido para que García y muchos de nuestros políticos afilen sus cuchillos y sus conocidos argumentos en contra de las ONGs. De todo lo que se ha dicho, que ha sido bastante, me quedo con un comentario de Fernando Tuesta:
"Nada de lo anterior, debe permitir esta campaña infame contra Aprodeh, Francisco Soberón y los derechos humanos. No debemos dejar de reconocer que lucharon y luchan por un país digno para todos. Lo demás es mezquindad o venganza".
Y para terminar el episodio de la carta, un extracto de la columna de AAR que me remitió a lo que pasó el domingo y luego, pasó a contarlo:
"Seamos claros: Aprodeh cometió un error, pero este no fue defender al MRTA. Permitir que se le acuse, sin fundamento, de ser proterrorista, significa no darse cuenta de que el motor del cargamontón es la reactivación de la intención aprofujimorista de demoler a las ONG y, en general, a quienes no compartan sus objetivos, como la prensa que no se les cuadre. Y ahora cuentan con la ayuda de Ollanta Humala, y de algunos fujimoristas de Unidad Nacional que están saliendo del clóset".
El domingo nos juntamos a comer ceviche, cada uno se encargó de un ingrediente y Juan de la comida. Éramos varios peruanos y aprovechamos que hizo un bonito día para ir al balcón y disfrutar del sol. En ese balcón estaba colgada la bandera del País Vasco (lugar de donde es ETA), Luciano pasó todo el verano pasado en San Sebastián y le encantó el País Vasco, trajo su banderita y punto. A mitad del almuerzo sonó el teléfono, era el dueño de la casa, los vecinos lo habían llamado porque había mucha bulla, mucha gente y porque la policía había pedido que saquen esa bandera. Tuvimos que salir del balcón, cerrar la puerta y refugiarnos en la sala, ¿y la bandera?, tenía que ser una broma. No lo era.
Pasó poco tiempo y tocaron el timbre, no estoy muy segura pero creo que era una pareja de vecinos preocupadísimos por las personas que estaban viviendo en esa casa, por la bulla que hacen, por la cantidad de gente que hay (cuando solo hay 4 personas, una en cada habitación), por la bandera que han colgado y porque se sienten muy intranquilos. Querían saber quienes viven ahí (es decir, que se vayan a identificar con la policía, para que en el hipotético caso de que pongan una bomba terrorista, estos inquilinos puedan ser atrapados por la ley). En esa casa viven 4 chicos, 3 peruanos y 1 brasileño, todos han ido a la universidad y están en Barcelona estudiando (y algunos trabajando), pero claro, son extranjeros y sudamericanos y han colgado una bandera del País Vasco.
Pese a que no le hicimos mucho caso al incidente, creo que a todos nos preocupó la estrechez de mente y esa inevitable generalización en la que caemos cuando decimos que “todos los inmigrantes son así o asá”. Los vecinos (y/o la policía) querían saber por qué estaba colgada esa bandera, nuevamente el error de atribución, es porque ellos no son de acá, por lo tanto perturban, hacen bulla, y hasta pueden ser peligrosos. Esto de lo que habla AAR, no nos gusta la gente que es diferente, los que dicen algo distinto a “lo correcto”, los que mandan cartitas o cuelgan banderas. No, no nos gustan.
PD. Hoy es el día del psicólogo y quiero saludar a todos mis colegas, con los que tantas veces celebramos el 30 de abril (solo entre nosotros porque es un día que pasa muy desapercibido). Con quienes compartí carpetas, lecturas, trabajos en grupo y la angustiosa tarea de buscar personas para tomarles un test, hacerles una encuesta o pedirles que dibujen una figura humana lo más completa posible. De la PUC y en especial del patio de Psico, tengo los mejores recuerdos y me reafirmo en que no hubiera podido estudiar otra cosa, aunque ahora esté haciendo mis pininos en las Ciencias Políticas. Por alguna razón persisto en la manía de estudiar algo que no es muy rentable. Hace varios meses una amiga (después de contarle de qué era mi maestría) me preguntó, ¿y en dónde trabaja una persona que estudia eso? No tengo idea, así es que si saben de algo me avisan, que es urgente.
Pasó poco tiempo y tocaron el timbre, no estoy muy segura pero creo que era una pareja de vecinos preocupadísimos por las personas que estaban viviendo en esa casa, por la bulla que hacen, por la cantidad de gente que hay (cuando solo hay 4 personas, una en cada habitación), por la bandera que han colgado y porque se sienten muy intranquilos. Querían saber quienes viven ahí (es decir, que se vayan a identificar con la policía, para que en el hipotético caso de que pongan una bomba terrorista, estos inquilinos puedan ser atrapados por la ley). En esa casa viven 4 chicos, 3 peruanos y 1 brasileño, todos han ido a la universidad y están en Barcelona estudiando (y algunos trabajando), pero claro, son extranjeros y sudamericanos y han colgado una bandera del País Vasco.
Pese a que no le hicimos mucho caso al incidente, creo que a todos nos preocupó la estrechez de mente y esa inevitable generalización en la que caemos cuando decimos que “todos los inmigrantes son así o asá”. Los vecinos (y/o la policía) querían saber por qué estaba colgada esa bandera, nuevamente el error de atribución, es porque ellos no son de acá, por lo tanto perturban, hacen bulla, y hasta pueden ser peligrosos. Esto de lo que habla AAR, no nos gusta la gente que es diferente, los que dicen algo distinto a “lo correcto”, los que mandan cartitas o cuelgan banderas. No, no nos gustan.
PD. Hoy es el día del psicólogo y quiero saludar a todos mis colegas, con los que tantas veces celebramos el 30 de abril (solo entre nosotros porque es un día que pasa muy desapercibido). Con quienes compartí carpetas, lecturas, trabajos en grupo y la angustiosa tarea de buscar personas para tomarles un test, hacerles una encuesta o pedirles que dibujen una figura humana lo más completa posible. De la PUC y en especial del patio de Psico, tengo los mejores recuerdos y me reafirmo en que no hubiera podido estudiar otra cosa, aunque ahora esté haciendo mis pininos en las Ciencias Políticas. Por alguna razón persisto en la manía de estudiar algo que no es muy rentable. Hace varios meses una amiga (después de contarle de qué era mi maestría) me preguntó, ¿y en dónde trabaja una persona que estudia eso? No tengo idea, así es que si saben de algo me avisan, que es urgente.