Ayer se terminó la versión número 45 de la Conferencia Anual de Ejecutivos (CADE). La he tratado de seguir de cerca porque me resulta muy curioso como entre ternos y whisky se habla de la inclusión social, creo que si los temas de encuentro fueran otros, los empresarios se verían un poco más coherentes.
He estado en las dos últimas CADEs, ustedes se preguntarán, ¿qué hacía yo ahí? Pues yo también me preguntaba lo mismo, era por momentos aburrido, por otros interesante, pero siempre incómodo. No puedo con la formalidad, ni con tanta algarabía. Demasiada pompa, flashes, cafés y almuerzos ofrecidos por empresotas (que se gastan una fortuna). Y ni qué decir de las reuniones sociales en donde periodistas, empresarios y acompañantes “se relajan” después de tan intensas jornadas.
Mi trabajo en las CADEs giraba alrededor de las encuestas (que previamente diseñaba) contestadas por los asistentes. Eso me obligaba a revisar los contenidos de las presentaciones, los términos de referencia y las cuestiones más teóricas (o académicas) de la Conferencia. Esa, era la parte interesante. Y claro, los resultados también lo eran, sobre todo cuando contrastaba la diferencia entre lo que piensan los empresarios y el resto de ciudadanos. Esta medición no fue la excepción. Hoy en El Comercio publicaron algunos gráficos y hay uno muy interesante:
¿Cree que el Perú está progresando, estancado o en retroceso? Para el 95% de los empresarios el país está progresando. Para el resto de los ciudadanos, estamos estancados (52%), solo el 37% considera que el país prospera. Estos números me hacen pensar en una pregunta adicional, ¿el Perú progresa para quién? Está claro que para el peruano común y corriente no. El Perú se mira distinto cuando se es parte de ese escaso 5% de familias que pertenecen al nivel socioeconómico más alto del país.
Una última cosa que me llamó la atención sobre esta CADE justa y próspera es que Alan García (ahora que no está en contienda electoral) hizo su aparición para decirle a los empresarios que suban los sueldos! Ya no se puede hacer por decreto ley, ahora nace de la buena voluntad de los empleadores quienes se acomodan (como mejor les conviene) a las "estrictas" reglas del mercado laboral. Levanten la mano todos los que trabajan alrededor de 12 horas diarias y que además no reciben horas extras! ¿Vamos a esperar a que los empresarios justos y prósperos paguen lo que tienen que pagar?
2 comentarios:
Que te puedo decir Karina?, que comparto contigo tu opinión acerca de JUSTOS Y PROSPEROS, tienes toda la razón al decir que esas reuniones son una sarta de apariencias y convencionalismos tontos que al final se han hecho costumbre y necesarios en esta Sociedad.
Que el Perú esta creciendo económicamente bien pero muy lento, pienso que en el año 2010 se podrán ver mejor los resultados positivos, claro está sino se ponen a robar en el camino, lo cuál ya nada nos asombraría, allí recien podremos ver mejores sueldos para nuestros pobres trabajadores que con toda razón se verián recien gratificados pero ahora lo dudo es muy pronto y no mientes al decir que los famosos SOBRETIEMPOS pasaron al recuerdo, que buenos tiempos aquellos!!.
Continua escribiendo que SIEMPRE te seguiré, Buena kary!!
Hola anónimo, gracias por tu comentario! Ya que tocas el tema del sobretiempo, pues no comparto la idea de que eran "buenos tiempos". Creo que si un trabajador no alcanza a hacer su trabajo en 8 hrs pues la empresa debe contratar a otra persona, de esa manera se fomentaría más el empleo. El problema está en que muchas veces preferimos hacer más horas para poder incrementar el sueldo, porque (y ese es otro problema) el salario es muy muy bajo. Si los sueldos fueran mejores, no habría necesidad de hacer hrs extras y si el trabajo es excesivo pues hay que contratar a más personas!!! La explotación no solo pasa por el empresario sino también por el trabajador... tenemos la cultura de que aquel que trabaja más horas es mejor trabajador (y lo digo por experiencia propia!!) NO ES CIERTO!
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