viernes, 26 de diciembre de 2008

Vicky, Cristina, Barcelona

Vicky Cristina Barcelona es la última película de Woody Allen. Se estrenó hace como 3 meses, pero aquí todavía no ha llegado. Sin embargo, recurriendo a la piratería, la pude ver ayer. No es una gran peli, pero me parece que recrea bastante bien la vida en Barcelona (sobre todo en verano).

La música (y la ciudad) es de lo más rescatable, me gustó particularmente Javier Bardem y Penélope Cruz. La verdad es que esta película me hizo ver a Bardem con otros ojos! Es ligera, entretenida, pícara, aunque por momentos un poco lenta. Pese a ello, la volvería a ver. Muestra una serie de emociones y confusiones tan claramente humanas, que podemos sentirnos identificados en más de un personaje....

La canción que acompaña la película es genial. Se escucha varias veces y encaja perfectamente con la historia. Aquí un pedacito:

Porque tanto perderse, tanto buscarse, sin encontrarse,
me encierran los muros de todas partes
Barcelona te estás equivocando, no puedes seguir ignorando,
que el mundo sea otra cosa y volar como mariposa.
"Barcelona" de Giulia y Los Tellarini.

Para terminar, un comentario del director y más abajo el trailer con la canción!!!



jueves, 4 de diciembre de 2008

De vez en cuando...

Prendo mi compu y la uso para fines no laborales...
Duermo hasta el medio día sin tener nada más que hacer...
Voy tranquila por la calle sin pensar en que estoy tarde...

Mi vida ha cambiado y creo que se puede resumir en ganancias y pérdidas...

He ganado vida familiar, cariños y mimos.
He ganado tres comidas calientes al día sin que me cueste esfuerzo ni dinero... eso es todo un lujo!!!
He ganado dinero que se traduce en un sueldo cada mes... que no es mucho, pero tampoco poca cosa.
He ganado espacios con mis amigos de toda la vida, cumpleaños, encuentros, despedidas, matrimonios, nacimientos, baby showers... esas cosas que solo pasan una vez en la vida!
He ganado comodidad... taxis (muchos), almuerzos, cenas, cines, conciertos... sin tener que contar mis moneditas antes de decidir si puedo salir o no.

He perdido tiempo libre y horas de ocio.
He perdido energía para salir y no quedarme dormida a mitad de la noche!!
He perdido espontaneidad en el día a día...
He perdido salud, esta humedad limeña me mantiene entre estornudos 24 hrs al día...
He perdido invalorables horas de sueño... ya no soy yo la que decide ponerse de pie, siempre es el despertador el que decide por mi...
He perdido mi vida en pareja y los medios de comunicación a distancia ahora son mi pan de cada día...

Sin embargo, hay algunas pocas cosas que he ganado en Barcelona y que no pienso perder!!... no me quitaré el piercing de la nariz, ni dejaré de perder largos minutos frente al facebook (antes eran hrs, pero algo es algo), no se me irá la seguridad de que puedo vivir sola en esta ciudad y en cualquier otra, sigo disfrutando de lo que hago para ganarme la vida (aunque con altibajos) y sigo sumergiéndome tercamente en este hutku al que no pienso dejar morir...

Aún no sé a ciencia cierta si quiero mantener esta rutina durante los próximos años, este regreso a mi vida de antes me está costando... mientras tanto, hay tardes como esta en donde viene a mi la damisela nostalgia.

Video para recordar barcelona, las ramblas, los pakis, el mediterráneo, les corts, la upf y mis compañeros de miles de cosas...

viernes, 17 de octubre de 2008

El mal gobierno se llena de criminales y corruptos

Si bien, este blog tiene un toque personal y últimamente está completamente alejado de la política, lo cierto es que ese fue el objetivo inicial cuando decidí crearlo. Ahora, ya de vuelta, he recordado que es imposible vivir aquí sin comentar algo sobre nuestros congresistas, alcaldes, autoridades, políticos, etc, que día a día nos sorprenden.

La semana pasada se desató el mayor escándalo de corrupción en lo que va del gobierno aprista. Los impresentables Rómulo León y Alberto Quimper hicieron el faenón del año, que además fue el detonante para cargarse a todo el gabinete ministerial. El día miércoles, juramentaron 6 nuevos ministros, 10 antiguos y Yehude Simon a la cabeza. Entre los que se fueron, celebro que le hayan quitado la cartera de producción a Rey y hayan librado al sector salud de la ineptitud de Garrido Lecca.

Ni bien se designó a Yehude, empezaron las críticas y mezquindades, con quien viene siendo el mejor presidente regional en todo el país. Es cierto que es un nombramiento que debe invitar a la reflexión antes que al entusiasmo y que se trata de una persona que pese a sus méritos, no conoce el puesto; pero de ahí a acusarlo de terrorista, (después de haber estado 8 años en prisión y ser indultado por el gobierno de Paniagua) hay una enorme distancia. Cuando no, el fujimorismo (gobierno que lo metió preso y al que no le dio la gana de indultarlo), embarrando y embarrando. ¿Es que no saben hacer otra cosa?

Creo que ha sido un buena decisión por parte de AGP, pero muy riesgosa para Simon. Queda demostrado que en el partido de gobierno no había rostros que pudieran suceder a Jorgito, y que la única salida que tuvo el presidente, fue reducir lo más que pudo, la presencia de apristas en el gabinete. Lo cual, siempre es una buena noticia.

Y por si fuera poco, Rómulito Ratón Alegría sigue prófugo, pero para que nos olvidemos y empecemos a hablar de otra cosa, ayer Magaly Medina fue sentenciada a 5 meses de prisión efectiva por difamar al futbolista Paolo Guerrero.

¿Cortina de humo dicen? El gobierno descartó que así sea. La ministra de justicia dijo que "acá no hay ninguna cortina de humo, el Poder Ejecutivo reitera su respeto irrestricto a la libertad de expresión". Por su parte, el presidente del Poder Judicial, Francisco Távara sostuvo que esta sentencia debió dictarse antes, pero que las partes solicitaron postergaciones.

Lo cierto es que desde ayer en la tarde, nadie habla de otra cosa. A esta señora la meten presa, mientras que hay un gran raterazo paseando campante. Como dice el manifiesto zapatista en Náhuatl: Nuestra lucha es por la justicia, y el mal gobierno se llena de criminales y asesinos (y en este caso también de corruptos).

jueves, 9 de octubre de 2008

A 3800 msnm

Una de las primeras cosas que hice al regresar a Lima fue sumergirme en el interior del país. Cusco y Puno fueron mis destinos. La primera, es de mis ciudades favoritas, un lugar en donde pese al frío, me siento feliz, me encanta, me divierte, me dan ganas de quedarme y buscar algún pretexto para no tener que irme... lamentablemente hasta ahora, no he tenido éxito.

La segunda, es una ciudad que he visitado en más de una oportunidad, pese a que el frío y la altura son sus principales características, aún así, volvería varias veces más. El paseo por el lago, la vista cuando uno va llegando poco a poco a la ciudad y el mercado artesanal, son de las cosas que más me gustan. Puno tiene sus encantos, el cielo tan azul y las nubes dibujadas, generan en mí una sensación indescriptible.

Los paisajes, el descanso y la buena comida, fueron suficientes para sentirme feliz de estar de vuelta y recordar los lugares que más he extrañado del Perú. En Cusco coincidí con la fiesta de la Virgen de la Natividad y disfruté bailando con los K'apaq Negro en Huayllabamba. Comí choclo con queso en el mercado de Pisac y compré (para variar) infinidad de artesanías. Esta rápida inmersión en el mundo andino, fue justa y necesaria.

Ya en la segunda parte del viaje, pasamos una noche en Amantaní, una pequeña isla en el Lago Titicaca a 40 kms de la ciudad de Puno (que en las lanchitas se hacen entre 3 y 4 hrs). Silvia y Mario fueron los que nos acogieron en su casa. La única actividad económica de la isla es el turismo y consiste en brindar hospedaje (en su propia vivienda) a los viajeros, acompañarlos y pasearlos por la isla. En Amantaní no hay luz, ni agua ni desagüe. Tienen escuela, posta médica y el mercado llega dos veces por semana. La población se alimenta de lo que produce, generalmente oca y papa. El agua la sacan de un manantial cercano pero las velas las tienen que comprar. La mayoría de la gente habla quechua, no llegan diarios y como no hay luz, no pueden ver tele. Para ir a Puno deben tomar la lancha que sale a las 8 de la mañana, pero no podrán regresar hasta el día siguiente.


Es curioso saber que nuestro crecimiento económico se mantiene constante, que estamos preparados para afrontar la crisis mundial, que el desempleo y la pobreza han disminuido, y que miles de peruanos siguen viviendo sin los servicios más básicos y totalmente alejados del resto del país. El único presidente que ha ido a la isla ha sido Fujimori llevando un generador de energía, que les daba luz solo de 8 a 10 de la noche. Ese generador por falta de mantenimiento se malogró y ahora no sirve para nada. No hay que ser muy inteligente para darse cuenta que en las elecciones del 2011, los 4000 habitantes de Amantaní podrían apoyar una candidatura fujimorista. Otro gran porcentaje de la población mantendrá su respaldo hacia Humala. Por lo tanto, en la medida en que la desigualdad social siga siendo de los principales problemas del país, una segunda vuelta entre Keiko y Ollanta no es tan inverosímil.

miércoles, 1 de octubre de 2008

De vuelta a casa!

Ha tenido que pasar casi más de un mes para que pueda volver a sentarme a escribir. Ya me siento (casi) totalmente instalada, ya di esos largos y grandes abrazos a la gente que tanto he extrañado, ya me senté con mis amigos del alma a hablar de mí, de ellos y de todo este tiempo separados. Ya visité a las que se casaron, a las que tuvieron hijos, a las que se cambiaron de enamorados, novios, esposos, a las que hicieron todo eso sin que yo estuviera.

Ya he tenido varios desayunos, almuerzos, cenas y sobremesas con mi familia, espacios que tanto disfruto y que ya había perdido la costumbre de tener. Ya he abrazado eternamente a mis abuelitos y he sentido lo mucho que los quiero y lo importante que es sus vidas en mi vida. Ya he regresado al trabajo, he visto caras nuevas y antiguas, he vuelto a las 8 hrs - 5 días a la semana, he vuelto al mundo de la prisa, de los horarios, de las llamadas, reuniones, el mundo de “lo quiero para ayer”.

Mi regreso ha tenido de todo, novedad, diversión, extrañeza, aburrimiento, cansancio, preocupación y hasta tristeza. Ha tenido de todo. Ahora estoy nuevamente en esta ciudad que a veces me espanta, sumergida en el tráfico y las bocinas, que no sé si sea mi impresión, pero siento que cada día tocan más y más fuerte. El cielo gris y la garúa limeña me acompañan día a día. Escucho RPP por las mañanas y veo programas periodísticos antes de dormir, pero sigo sin entender la mayoría de cosas que pasan en el país.

Atrás quedaron los días que empezaban alrededor de las 11 de la mañana. Difícilmente salgo entre semana y mis ojos ya no se mantienen despiertos hasta la madrugada. Como religiosamente tres veces al día y los quehaceres de la casa ya no son parte de mis preocupaciones. Algo que se llama rutina se está convirtiendo en mi mejor amiga y a decir verdad, esta nueva amiga no me cae bien.

He vuelto a casa, a la vida de familia, al trabajo de oficina, a subirme a un taxi con desconfianza, a renegar con las combis, a sentirme una reina cada vez que entro a Wong o a cualquier otro establecimiento. He vuelto a juntarme con quienes me conocen de toda la vida y me hacen recordar lo que soy y lo que era, pero no lo que quiero ser. Lima en estos momentos, genera en mí muchos sentimientos a la vez, pero a pesar de todo, como dice Benedetti, es el lugar en donde ha quedado mi infancia y en donde envejecen mis padres.

Extracto de un poema para hablar de la noción de patria:

Pero ahora no me quedan más excusas
porque se vuelve aquí
siempre se vuelve.
La nostalgia se escurre de los libros
se introduce debajo de la piel
y esta ciudad sin párpados
este país que nunca sueña
de pronto se convierte en el único sitio
donde el aire es mi aire
y la culpa es mi culpa
y en mi cama hay un pozo que es mi pozo
y cuando extiendo el brazo estoy seguro
de la pared que toco o del vacío
y cuando miro el cielo
veo acá mis nubes y allí mi Cruz del Sur
mi alrededor son los ojos de todos
y no me siento al margen
ahora ya sé que no me siento al margen.

Quizá mi única noción de patria
sea esta urgencia de decir Nosotros
quizá mi única noción de patria
sea este regreso al propio desconcierto.


Mario Benedetti.


lunes, 18 de agosto de 2008

La rumba de Barcelona

Y hubo tanto ruido que al final llegó el final. Ruido de verano, de mar, de mediterráneo, de días largos, de fiestas, de personas queridas, de comida, de bebida, de descanso, de playa, de ocio, de encuentros y desencuentros... tanto tanto ruido.

Mañana me voy de Barcelona, mi habitación todavía está casi intacta como si me quedaran infinitas noches para seguir durmiendo acá. No he terminado las tareas pendientes del Máster, como si tuviera muchos meses más para seguir trabajando... tengo torres de libros en mi escritorio que ya debería haber devuelto a la biblioteca y como nunca, mi refri está llena de comida que no terminaré de comer...

¿Cómo se hace para ponerse pausa, recoger tus cosas, cambiarte de ciudad, de casa, de amigos, de calles, de ocupación... y luego volver a ponerse play? Como nunca pude responder esta pregunta, fui postergando la nostalgia del futuro y creo que lo hice bien, sin embargo, ahora ha llegado de golpe y se me chorrea por todos lados. Tengo nostalgia de mi casita (que es mi habitación y que con suerte tiene más de tres por tres metros cuadrados) y sobre todo de lo que he construido aquí, tengo nostalgia de un cielo azul todo el año, del sol en invierno, de los días largos de verano, de las hojas caídas en otoño y hasta de la lluvia primaveral.

Mañana me voy de Barcelona, aún tengo la maleta vacía pero ya debo empezar a llenarla y dejaré un espacio para llevar mis nuevos sueños, mis nuevos deseos y mi nueva forma de ver y sentir la vida. Guardaré un lugarcito para meter todo el cariño de las personas que me han acompañado y me han ayudado a crecer este tiempo y llevaré, como exceso de equipaje un amor apasionado por Barcelona, por sus plazas escondidas, sus callecitas góticas, el parque güell, la rambla y los pakis, la sexy beer del verano, las fuentes de montjuic, el parque de la ciutadella, les corts y el camino por la playa que me llevaba a la universidad...

Antes de salir de Lima, un amigo me envío un poema por mail (Ítaca) que sirvió para iluminar mis días de maletas, despedidas y aeropuertos. Ahora que regreso... también será de utilidad, pero como es muy largo, solo copio un pedacito.

Cuando emprendas tu viaje hacia Ítaca
debes rogar que el viaje sea largo,
que sean muchos los días de verano;
que te vean arribar con gozo, alegremente,
a puertos que tú antes ignorabas.

Y como no quiero que me deje el avión y aún me queda mucho por hacer, pues es momento de ponerse a trabajar. Y para eso, esta canción de Manu Chao que me encanta!!!

Rumba de Barcelona - Manu Chao

miércoles, 9 de julio de 2008

Hutku...

... Suspende sus actividades hasta nuevo aviso!!

A pesar de que hay muchas cosas que se podrían escribir, por ahora, la creadora de este hueco, no es capaz de hacer otra cosa que no sea pensar en su vida y con suerte, terminar su tesis en un par de meses. Así es que, este momento es de silencio y de pausa, para volver cuando tenga mucha más luz y lucidez!!

Por ahora... es una etapa de aprendizaje, al mejor estilo de Charlie y Nito.

Viento del sur, oh lluvia de abril,
quiero saber dónde debo ir.
No quiero estar sin poder crecer,
aprendiendo las lecciones para ser.


miércoles, 2 de julio de 2008

Día Luna

Hoy es día luna, día pena, hoy es de esos días en los que me he levantado sin razón... o mejor dicho, me he levantado buscando una razón y eso creo que es un avance...

Esta entrada tiene dos razones, la primera es reproducir una frase que escuché ayer en unos de los discursos de mi graduación de la maestría, fue una de esas veces en las que las palabras llegan en el momento preciso y se quedan para siempre: "Comiencen a escribir sus nuevos capítulos, porque si dejan de escribir, nunca harán historia". Y eso estoy tratando... pero antes de sentarme a escribir, debo encontrar cuales son mis nuevos capítulos.

La segunda razón es reafirmar que hoy ha sido un día luna, un día pena, pero estoy esperando a que mañana amanezca otra vez.

Canción para los días luna en una versión super paja.

jueves, 26 de junio de 2008

Sinceramente mía

Siempre he pensado que tomar decisiones es de las cosas más difíciles de la vida y no me refiero a grandes decisiones necesariamente, solo decisiones. Me incomoda por ejemplo, cada vez que voy a un restaurante, mirar la carta y tener que escoger qué quiero comer, muchas veces termino preguntándole a los demás que comerán, copiarse termina siendo una buena alternativa. Me molesta escoger la ropa que me pondré, pensar en si debo dar una opinión, hacer una llamada, escribir un mail o pasarle la voz a alguien que conozco pero que aún no me ha visto. En todo momento estamos tomando decisiones y algunas veces, como ahora, hasta las más sencillas me cuestan mucho. En estos días, la decisión más difícil de tomar es levantarme de la cama. Siempre he tenido problemas para despertarme, pero nunca como hasta ahora. He descubierto que hay momentos en los que ponerse de pie cuesta mucho más.

Desde que estoy acá, tomar decisiones se ha vuelto un proceso mucho más complejo, y es que cuando no tienes que rendirle cuentas a nadie y empiezas a vivir tu propia vida, a pesar de que pueda sonar muy chévere (y lo es), todo se vuelve más complicado. Cuando te das cuenta de que ya no debes seguir tomando porque no hay quien te cuide o te acompañe a casa, de que debes levantarte temprano porque toca lavar o limpiar, o que ya no puedes gastar más dinero en otras cosas porque la refri está vacía desde hace varios días, cuando te das cuenta de que hasta en estas pequeñas cosas, las decisiones dependen de ti, creo que en ese momento nos hacemos más responsables, aprendemos a cuidarnos más, a tener más conciencia de que cuando me vuelva a dar gastritis por no comer, estaré solo yo para cuidarme (y para pagar lo que haya que pagar).

Sin embargo, estas decisiones terminan siendo sencillas, nos acostumbramos a ellas, las asumimos, las tomamos, las cambiamos; pero hay otras que implican mucho más, que nos llevan a cuestionarnos la vida entera, que si optamos por algo, estaremos cambiando nuestra vida de forma radical. Siempre he pensado que lo más difícil de tomar decisiones es tener que ser honestos con nosotros mismos, dejar de pensar en el resto, en los amigos, en la familia, en el qué dirán, en la felicidad de los demás. Siempre he creído que en la vida lo que hay que hacer es luchar por nuestra propia felicidad, darle alegría a nuestro corazón como diría Fito Paéz, pero nunca imaginé que fuera tan difícil. Nunca.

En estos días me siento más mía que nunca, solo mía. Pase lo que pase y haga lo que haga, me tendré a mi misma, para celebrar cuando tome buenas decisiones y para llorar cuando me equivoque. Como me dijo una amiga muy querida, "esta es tu vida Kari, tuya... tú vas a tener que vivir con los errores y las renuncias... solo tú". Así es que en esas andamos...

Por mientras... Serrat tiene una canción que me está acompañando mucho por ahora y aunque él hable de ser sinceramente tuyo, yo por ahora me siento sinceramente mía.

Cuéntale a tu corazón,
que existe siempre una razón
escondida en cada gesto.
Del derecho y del revés,
uno sólo es lo que es,
y anda siempre con lo puesto.
Nunca es triste la verdad,
lo que no tiene es remedio.

sábado, 21 de junio de 2008

Te he esperado tanto

Ahora sí, el verano llegó!!! Hemos tenido casi dos meses de indecisión, de sol, nubes, lluvias, calor, viento y otra vez sol, algunas veces nubes, mucha lluvia, calor por el día y viento por la noche. Hasta que por fin, desde hace tres días, llegó.

Y el verano, para alguien como yo que lo disfruta tanto, siempre trae cosas buenas. Ha empezado justo ahora, cuando faltan exactamente dos meses para que me despida de Barcelona. Ha venido para decirme, aquí estoy, disfruta, disfruta y no pares de disfrutar. Así es que eso empezaré a hacer, porque cada día que pasa no se repite y porque esta ciudad me está mostrando lo maravillosa que es, aunque falten dos meses para que le diga adiós.

miércoles, 18 de junio de 2008

¿Por qué no me gusta el fútbol?

Pues no lo sé. Simplemente en algún momento dejó de gustarme. Alguna vez (sí, de adolescente) me hice hincha de la U, tenía posters en mi cuarto, veía los partidos por la tele, me empecé a interesar por otros equipos de fútbol (sí, el Argentino) y empecé a entrar en la fiebre futbolera. No sé cómo ni en qué momento la fiebre pasó y sobrevino en mí una especie de actitud "antifutbolera" que se mantiene firme hasta la actualidad.

Y como la vida es caprichosa, decidió que mi barrio en Barcelona sería el del Nou Camp, que los bares del alrededor de mi casa se repletaran de hinchas cada cierto tiempo y que todos los turistas y locos por el fútbol invadieran mi calle casi a diario. Sé que los entrenamientos del Barça son todos los días a las 11am (o bueno, eso me han dicho) y que a menos de 10 minutos caminando podría estar ahí y ver a los jugadores por unos pequeños huequitos que hay. Por supuesto, no lo he hecho. Es más, hace algunos días pensaba que podría encontrarme tranquilamente con algún futbolista conocido en algún restaurante, un bar o caminando por la calle y yo, ni me enteraría. Con las justas reconozco dos rostros, Ronaldinho y Messi. Me preocupé, pero de ahí se me pasó.

En estos días está la fiebre de la Eurocopa, no me importa, pero es inevitable no enterarse. Vivo con un italiano que sigue el torneo con devoción. Ayer, ganó Italia y me imagino que debe haberse puesto super contento. Me dijo que se juntarían en la casa, él y otros italianos a ver el partido. Yo no estuve, fui a la casa de un amigo peruano, a quien también le gusta el fútbol y en contra de mi voluntad terminamos viendo el Italia - Francia. Cuando acabó el partido, me dijo, quédate a ver el Perú - Uruguay. Yo por supuesto no tenía idea de lo que me hablaba, me dijo que vendría otro amigo peruano para verlo. Como ya era tarde y estaba un poco lejos de casa, decidí quedarme.

Con mucha suerte cogimos la transmisión por Internet y vimos el partido entre ATV, América y CMD. Lo que más me emocionó al inicio, fue ver algunos comerciales y escuchar la narración "en peruano". Empezó el partido y no le prestaba mucha atención, hasta que empezó:

- Gol de Uruguay!
- Maldición!!!
- Penal!!!
- ¿Queeee????? Oe, eso no es penal!!!!
- Gol de Uruguay!
- Maldita sea!!!!

En ese momento llegó Adrián (el otro peruano que había salido cogiendo el último metro para ver a su selección). Habían pasado menos de 15 minutos y ya íbamos 2 a 0. Pucha Adrián espero que traigas la suerte, comentó Luciano. Yo preferí estar muda. Pasaron los 90 minutos y nadie lo podía creer, 6 - 0. Se acabó el partido.

- Maldita sea Chemo!
- Todo es culpa de Chemo!!
- Qué vergüenza!!!
- Pucha madre, siempre es lo mismo.

Cada vez que pasan estas cosas, más que vergüenza, siento pena. Sobre todo, por quienes por alguna razón tienen esperanzas en el equipo, por los que están super pendientes de cada partido, sacando cálculos, yendo al estadio. Yo no sé nada de fútbol y por lo tanto, no puedo opinar. Sin embargo, al final de la noche, me quedé con una sensación desagradable, pensé que hubiera sido mejor no ver el partido y me reafirmé en que definitivamente, no me gusta el fútbol.

Hoy por la mañana cuando Adrián y yo nos íbamos a nuestras casas, me dijo, "no quiero ir a la universidad, en mi clase hay un uruguayo".

sábado, 14 de junio de 2008

Ella y yo

Hemos estado juntas casi un mes, luego de nueve meses de haber estado separadas. Los primeros nueve meses sin vernos fue cuando estuve en su vientre, yo no sabía dónde estaba ni quién me alimentaba, pero estoy segura que ella sin saber como sería, ya me quería. Estos han sido los segundos nueves meses que hemos estado separadas. Suena poco, pero vaya si nos hemos extrañado.

Mi madre y yo tenemos una relación casi perfecta, todavía no sé como lo hemos logrado y la verdad es que todo el mérito lo tiene ella. Creo que tiene mucho que ver con que ahora las dos seamos adultas y que llegó un momento en el cual empezamos a hablar de igual a igual, sin distancias ni jerarquías, solo dos mujeres mirándose a los ojos, contándose sus alegrías, sus penas, sus preocupaciones, sus vidas.

Pero no crean que siempre fue así, yo como toda adolescente rebelde (que me esforzaba por ser), traté de romper toda relación con ella, de separarme lo más que pudiera, de enojarla, de hacer todo lo contrario a lo que ella esperaba y muchas veces creí que había llegado el momento de alejarme de ella para siempre. Pasaron los años y empecé a quererla de otra manera, ya no como alguien a quien tenía que obedecer a ciegas, cosa que nunca pude hacer, porque desde que tengo recuerdo, siempre ando cuestionando todo; empecé a quererla como alguien que siempre ha estado conmigo, cuidando cada detalle, preocupándose cada día, sin resentimientos, sin preguntas, sin reclamos, solo a mi lado. Esperando que la rebeldía se me pasara, olvidando alguna palabra hiriente, algún berrinche o alguna mentira. Solo pacientemente, sin dejar de quererme ni por un instante.

Pasé muchos años de mi vida cuestionándola, criticándola, pidiéndole que cambiara, que sea diferente, que se pusiera en mi lugar, que comprendiera por qué hacía tal o cual cosa, que me dejara tomar mis propias decisiones, que dejara que me equivocara. Por supuesto que no lo he logrado, ella sigue pacientemente detrás de mí, detrás de cada detalle, de cada decisión, de cada día, vigilante, por si acaso la necesite en algún momento, ella pueda aparecer, ayudarme a vivir y salir adelante. Ahora se lo agradezco, pese a mi “independencia”, solo a su lado me siento segura, protegida, cuidada y querida. Solo a su lado, me siento totalmente yo, no tengo que demostrar nada, no tengo que caerle bien, no tengo que ganarme su cariño, ella ya me lo dio hace 28 años, gratuitamente. A pesar de que quizás no soy como ella espera, igual me quiere, sin reproches, sin reclamos. Sé que ya hubiera querido verme vestida de blanco, que se muere por ser abuela, que daría lo que fuera porque tenga un trabajo que me obligue a vestirme de sastre y tacones, que quisiera que me maquille y que deje de usar zapatillas. Según ella, que sea un poco más “de acuerdo a mi edad”. Y yo me siento totalmente de acuerdo a mi edad, es solo que nuestra manera de ver los 28 años es completamente diferente. Sé que se asusta cuando me escucha hablar del futuro y que en el corto plazo no mencione el matrimonio, la maternidad o seguir viviendo en su casa. No dice nada, me escucha en silencio, me acompaña, me apoya, me quiere, de una forma que a veces no logro entender, porque es mucho más de lo que mi mente y mi corazón alcanzan a sentir.

Ahora, la veo y me veo, confirmando que queramos o no, somos fieles reflejos de nuestros padres, que repetimos conductas, gestos, formas de pensar. Que al verla, sé como voy a ser cuando sea madre y cómo me miraran mis hijos, sé que repetiré frases, manías, malas costumbres y también que todo lo bueno que hay dentro de mí, se lo debo a ella.

Hace un par de días se fue, dejando la casa en orden, la refri llena, mil instrucciones y una cartita escondida. Tanto cariño solo se puede recibir de alguien como ella. Ella y yo somos amigas, compañeras, cómplices, somos dos mujeres que se miran a los ojos y se reconocen una en los ojos de la otra. Nos queremos, nos contamos secretos, nos burlamos de todo, nos matamos de risa, de vez en cuando rajamos, vamos de compras, hablamos de chicos, nos damos consejos, nos buscamos, nos extrañamos, nos llamamos y otra vez, nos queremos. Ella es todo en mi vida.

domingo, 8 de junio de 2008

Y sin embargo...

La semana pasada un amigo me contó que le había sacado la vuelta a su chica y pese a que estaba arrepentido, se encontraba tranquilo. Me dijo que lo que había pasado, no le había hecho dudar ni por un momento lo que sentía por su novia. Me acordé en ese instante de otro amigo, que tiene una relación muy abierta con su pareja. Ambos consideran que la infidelidad no es mala, siempre y cuando se tenga claro por qué se hace y a quién se quiere realmente. Cada vez que me cuenta las cosas que hacen y como les va, me sorprendo y me alegro, porque son felices sin reprimirse y sin engañarse.

Venía yo pensando en "ese caso de la vida real", sin saber muy bien qué decir o sentir... solo entonando a Sabina, que tiene una canción que retrata un amor libre pero sincero, no sé si será el verdadero, (o si es que exista algo que deba llamarse así) pero por lo menos, creo que se le asemeja.

Este es de los párrafos que más me gustan:

Ni tan arrepentido, ni encantado
de haberme conocido, lo confieso.
Tú que tanto has besado,
tú que me has ense
ñado,
sabes mejor que yo, que hasta los huesos,
solo calan los besos que no has dado,
los labios del pecado.

Canción para hablar del amor: Y sin embargo - Joaquín Sabina.




sábado, 31 de mayo de 2008

Nostalgia del futuro

Este fin de semana he estado rodeada de mis mejores amigos en Barcelona: los peruanos. Ya me decían antes de venir, que trate de no juntarme tanto con peruanos porque no tendría sentido haber viajado tan lejos para seguir parando con las mismas personas. Como siempre, desobedecí. Ya conocía a uno desde Lima y él fue quien me introdujo en el mundo de los peruanos en Barcelona y se lo agradezco.

De todos los grupos de amigos que he hecho (que no son muchos), es con los peruanos con quien mejor la paso, es como una complicidad implícita, de saber que somos parte del mismo grupo, de usar las mismas jergas sin tener que explicarlas, de contarnos los chismes limeños, de reírnos de lo mismo (cosa que es sumamente importante), de sentirnos iguales en medio de una ciudad en la que somos diferentes.

Ya hace algunas semanas les conté que tenía mi pasaje de vuelta, no hubo muchos comentarios, creo que todos sabemos como es la dinámica. Llega un peruano y se le presenta "al grupo", rápidamente entramos en confianza y ya somos patas, sin embargo, la amistad en Barcelona es pasajera, algunos se quedarán por un tiempo más largo y otros (como yo) regresarán cuando se acaben las clases. Pese a que todos sabemos como funciona, no quiere decir que cuando pasa no se nos mueva todo... (interiormente me refiero!)

Como comenté en una entrada anterior, aún no he asimilado lo que significará dejar Barcelona, mi casa compartida, mis propios horarios, mi vida de estudiante, mis nuevas costumbres, mi espacio. Si hay algo que ha caracterizado mi tiempo aquí, es que ha sido solo mío y por lo tanto sujeto a mis ganas, a mis antojos, a lo que me provocara hacer o no hacer.

El sábado en la casa de Luciano (el líder del grupo), sentí por primera vez, nostalgia de algo que todavía no he vivido. Sentí nostalgia del futuro, de los días en los que ya no estaré y que estoy segura me harán mucha falta. No puedo desarrollar mucho esta sensación, solo apareció y no quise dejarme invadir por ella, por ahora prefiero disfrutar el presente y cargarme de Barcelona y sus peruanos, para que cuando no esté... no los extrañe tanto!

martes, 27 de mayo de 2008

El círculo virtuoso

Hoy como todos los días, me levanto, camino sonámbula hacia la ducha, regreso y prendo la compu. Mi adicción hacia Internet cada vez se intensifica más. Entro a la página de El Comercio y la primera noticia que leo dice: La pobreza en el país disminuyó 5,2% en el 2007. No es novedad, es algo que ya veníamos oyendo, pero esta vez me sentí remecida por la nota.

Comentaba en la entrada anterior, que la economía favorable del Perú, no había sido suficiente para generar un ambiente optimista y me había quedado con esa sensación. Aumentada además, porque en estos días (que he recibido la visita de mis papás) hablábamos sobre las diferencias que hay entre los servicios públicos españoles y los nuestros, en especial lo relacionado al transporte, que es de los principales problemas que tenemos. Comentábamos también acerca de las diferencias en el estilo de vida, según mi papá (y concuerdo) en Lima vivía mejor de lo que vivo ahora, aunque en parte, se debe al hecho de dejar de trabajar para ser nuevamente estudiante. Sin embargo, esta no es una realidad generalizada. Nuestro país está totalmente fragmentado, son varias situaciones las que conviven, hay unos pocos que forman parte de los niveles socieconómicos más acomodados y una gran mayoría que pertenece a la abultada franja de pobreza.

Pese a estas desigualdades, la noticia de la mañana me dejó algo de optimismo. Si bien un 5% menos de pobreza no es suficiente para cambiar la situación del país, es algo. El reto debe continuar y concentrarse especialmente en las zonas rurales. Según el INEI, la mayor disminución se registró en el área urbana, de 31,2% en el 2006 a 25,7% en el 2007, mientras que en el área rural disminuyó de 69,3% a 64,6%.

Es cierto que la pobreza nos golpea día a día, a través de la gente que vemos en la calles, en la falta de empleo, de educación, de servicios básicos de salud o vivienda, pero poco a poco vamos avanzando. Esta reducción de 5 puntos porcentuales
representa un millón 380 mil peruanos que dejaron de ser pobres y esa es una buena noticia.

Para García
esta disminución de la pobreza es signo del correcto manejo económico del país y auguró que en el 2015 se reducirá en 10 por ciento. Macroeconómicamente estamos viviendo una época de bonanza, este crecimiento nos ha metido en un círculo virtuoso, del que no solo no debemos salir, sino que además tenemos que sacarle el mejor provecho posible. Esa es la gran tarea del gobierno y yo ahora, miro el futuro del país con paciencia y optimismo.

PD. La niña de la foto se llama Lady Karina (es mi casi tocaya) y vive en el Cusco. Esas piedras son las paredes de su casa y esa, su cocina. Muchas veces cuando hablamos de pobreza, nos concentramos solo en los números, 40% de peruanos. Nuestros pobres tienen rostro, tienen necesidades, tienen preocupaciones. A todos nos corresponde que el entorno favorable que vivimos ahora, termine con la pobreza y la desigualdad social (o por lo menos se reduzca considerablemente). A eso apuntamos.

sábado, 17 de mayo de 2008

Vuelvo a casa

He tenido super olvidado este espacio. Han sido días de viajes, de idas y venidas, de lecturas, trabajos, visitas y pocas horas de sueño, pero este tiempo ha tenido algo en común, ha estado cargado de peruanidad.

Estuve hace dos semanas en Salamanca, en un congreso sobre "Perú en el siglo XXI" y desde varios puntos de vista (históricos, políticos, económicos, etc) se analizaba y describía la situación del Perú, la estabilidad económica, el crecimiento sostenido (por encima del promedio de la región), reformas significativas que ha hecho el Estado y muchas otras buenas noticias que lamentablemente, no fueron suficientes para dejar una sensación optimista. Por alguna razón esta bonanza macroeconómica no está pudiendo resolver los problemas más básicos, el empleo (pese a haber crecido) sigue siendo insuficiente, la pobreza (aunque se ha reducido) sigue golpeándonos, no vivimos más en un estado de guerra, pero las recomendaciones de la CVR siguen sin cumplirse y el gobierno bajo cualquier pretexto ningunea los movimientos de DD.HH y entre las cosas que a mi parecer son más graves, es que este crecimiento económico no está sirviendo para disminuir las desigualdades sociales.

Hace pocos días tuve que entregar un trabajo que me llevó a buscar información sobre los peruanos en España y sobre el efecto migratorio que sufre el Perú. Los números son alarmantes, el año pasado se fueron del país cerca de 400 000 personas, lo que nos lleva a un promedio de 1000 personas al día. Pese a que supuestamente la situación del país está ahora mucho mejor y las dificultades para los inmigrantes cada vez aumentan más (sobre todo si son ilegales, sino veamos Italia y sus medidas de emergencia), pese a todo ello, los peruanos se siguen yendo.

Todo esto coincidió con mi angustiosa búsqueda de conseguir un cupo para regresar a Lima. Ya lo tengo. La cuenta regresiva ha empezado, lo sé pero todavía no lo asimilo, ya habrá tiempo para eso. Por lo pronto, este año formaré parte del angosto grupo de peruanos que regresan a casa.

Canción para volver - Illapu

viernes, 2 de mayo de 2008

El trabajo

Ayer fue el día del trabajo. Comparado con la mayoría de trabajadores, podría decir que mi etapa como parte de la PEA ha sido bastante corta, desde el último año de universidad hasta unos quince días antes de viajar a Barcelona. En esos 4 años y un poquito más, salí de vacaciones solo 3 veces (que sumado hicieron un mes de descanso) y trabajé tantas horas extras que seguramente ya llevo unos 10 años trabajados. Me enfermé de gastritis, mis migrañas se intensificaron y perdí buena parte de mi vida social porque no tenía tiempo o estaba demasiado cansada.

Sin embargo, formaba parte del escaso 40% de trabajadores que cuenta con beneficios laborales. Este dato es de la última encuesta de opinión de la PUC, que sin ser una sorpresa, nos revela datos desalentadores sobre la situación laboral de los limeños. El 90% de los entrevistados considera que los trajadores peruanos están poco o nada protegidos por las leyes laborales y lo que más se reclama es estabilidad en el empleo (37%) y buenos ingresos (25%).

Estos datos preocupan, la situación del trabajador preocupa. Nos hemos creído el cuento de que es mejor trabajador aquel que hace innumerables horas extras, el que nunca sale a la hora, el que a veces no tiene tiempo para almorzar, el que no sale de vacaciones, el que no reclama, el que agradece el simple hecho de estar empleado. Esto me recuerda a la última Conferencia Anual de Ejecutivos, en donde Alan García se apareció para decirle a los empresarios que suban los sueldos. ¿Cuándo se animarán los empresarios justos y prósperos a hacerle caso al presidente y pagar lo que corresponde? Ni más ni menos, solo lo que es justo.

No hay mucho más que decir, es un día que nos invita a la reflexión. Como escribió Susana Villarán en La República, quienes celebran la fiesta son otros, no los trabajadores.

Acá un pedacito del texto, que recomiendo leer:

miércoles, 30 de abril de 2008

La carta y la bandera

Que el Parlamento Europeo rechazó incluir al MRTA en lista de organizaciones terroristas, no es sorpresa para nadie y que APRODEH tuvo una participación poco feliz con su famosa carta, tampoco. Todos los medios hablan del tema y como era de esperarse, se ha levantado más polvo del necesario.

No pensaba escribir sobre el tema, pero algo que me pasó el domingo, me hizo pensar en todo el escándalo que ha desatado la carta y a algo que en psicología se llama error fundamental de atribución. Atribuir es algo que hacemos todo el tiempo, no es otra cosa que tratar de entender por qué las personas actúan de la forma en que lo hacen. ¿Por qué APRODEH escribió esa carta? El error fundamental de atribución nos dice, que cuando se trata del comportamiento de los demás, sobreestimamos las causas disposicionales (es decir las internas, los rasgos personales). Entonces, ¿por qué APRODEH escribió esa carta? Sencillo, ya lo han respondido varios, porque es una ONG llena de rojos izquierdosos y además (en palabras del presidente) traidores a la patria. Una vez que encontramos la causa viene el proceso de generalización, APRODEH por lo que ha hecho es una ONG pro-terrorista al igual que todas las que se dicen defensoras de los DD.HH. Si no pregúntenle a García por qué ha retirado a 64 ONGs (incluida APRODEH por su puesto) del Consejo Nacional de Derechos Humanos.

Por si acaso se mal interpretara mi opinión, no estoy defendiendo a la ONG en mención, ni mucho menos quitándole la etiqueta de grupo terrorista al MRTA, que lo es y lo sabemos todos. Pero de ahí a todos los juicios que se han levantado, hay mucha distancia. No es novedad que nuestro presidente no es una persona muy respetuosa de los derechos humanos, varias matanzas en penales y demás sucesos lo pueden corroborar, pero la actuación poco pertinente de APRODEH ha servido para que García y muchos de nuestros políticos afilen sus cuchillos y sus conocidos argumentos en contra de las ONGs. De todo lo que se ha dicho, que ha sido bastante, me quedo con un comentario de Fernando Tuesta:

"Nada de lo anterior, debe permitir esta campaña infame contra Aprodeh, Francisco Soberón y los derechos humanos. No debemos dejar de reconocer que lucharon y luchan por un país digno para todos. Lo demás es mezquindad o venganza".

Y para terminar el episodio de la carta, un extracto de la columna de AAR que me remitió a lo que pasó el domingo y luego, pasó a contarlo:

"Seamos claros: Aprodeh cometió un error, pero este no fue defender al MRTA. Permitir que se le acuse, sin fundamento, de ser proterrorista, significa no darse cuenta de que el motor del cargamontón es la reactivación de la intención aprofujimorista de demoler a las ONG y, en general, a quienes no compartan sus objetivos, como la prensa que no se les cuadre. Y ahora cuentan con la ayuda de Ollanta Humala, y de algunos fujimoristas de Unidad Nacional que están saliendo del clóset".

El domingo nos juntamos a comer ceviche, cada uno se encargó de un ingrediente y Juan de la comida. Éramos varios peruanos y aprovechamos que hizo un bonito día para ir al balcón y disfrutar del sol. En ese balcón estaba colgada la bandera del País Vasco (lugar de donde es ETA), Luciano pasó todo el verano pasado en San Sebastián y le encantó el País Vasco, trajo su banderita y punto. A mitad del almuerzo sonó el teléfono, era el dueño de la casa, los vecinos lo habían llamado porque había mucha bulla, mucha gente y porque la policía había pedido que saquen esa bandera. Tuvimos que salir del balcón, cerrar la puerta y refugiarnos en la sala, ¿y la bandera?, tenía que ser una broma. No lo era.

Pasó poco tiempo y tocaron el timbre, no estoy muy segura pero creo que era una pareja de vecinos preocupadísimos por las personas que estaban viviendo en esa casa, por la bulla que hacen, por la cantidad de gente que hay (cuando solo hay 4 personas, una en cada habitación), por la bandera que han colgado y porque se sienten muy intranquilos. Querían saber quienes viven ahí (es decir, que se vayan a identificar con la policía, para que en el hipotético caso de que pongan una bomba terrorista, estos inquilinos puedan ser atrapados por la ley). En esa casa viven 4 chicos, 3 peruanos y 1 brasileño, todos han ido a la universidad y están en Barcelona estudiando (y algunos trabajando), pero claro, son extranjeros y sudamericanos y han colgado una bandera del País Vasco.

Pese a que no le hicimos mucho caso al incidente, creo que a todos nos preocupó la estrechez de mente y esa inevitable generalización en la que caemos cuando decimos que “todos los inmigrantes son así o asá”. Los vecinos (y/o la policía) querían saber por qué estaba colgada esa bandera, nuevamente el error de atribución, es porque ellos no son de acá, por lo tanto perturban, hacen bulla, y hasta pueden ser peligrosos. Esto de lo que habla AAR, no nos gusta la gente que es diferente, los que dicen algo distinto a “lo correcto”, los que mandan cartitas o cuelgan banderas. No, no nos gustan.

PD. Hoy es el día del psicólogo y quiero saludar a todos mis colegas, con los que tantas veces celebramos el 30 de abril (solo entre nosotros porque es un día que pasa muy desapercibido). Con quienes compartí carpetas, lecturas, trabajos en grupo y la angustiosa tarea de buscar personas para tomarles un test, hacerles una encuesta o pedirles que dibujen una figura humana lo más completa posible. De la PUC y en especial del patio de Psico, tengo los mejores recuerdos y me reafirmo en que no hubiera podido estudiar otra cosa, aunque ahora esté haciendo mis pininos en las Ciencias Políticas. Por alguna razón persisto en la manía de estudiar algo que no es muy rentable. Hace varios meses una amiga (después de contarle de qué era mi maestría) me preguntó, ¿y en dónde trabaja una persona que estudia eso? No tengo idea, así es que si saben de algo me avisan, que es urgente.

lunes, 28 de abril de 2008

Lo nuestro duró...

... lo que duran dos peces de hielo
en un whisky on the rocks

G terminó con su novia hace un par de meses, al poco tiempo empezó a salir con una chica con la que todo parecía ir bien. Ayer hubo un almuerzo en la casa de G y le pregunté si iría su nueva chica, me dijo que no, que ya no salía con ella y que me lo había contado el día de mi cumpleaños, disimulé... en realidad no lo recordaba. Noté a G un poco depre... con un trabajo que no termina de convencerlo, en una ciudad que no es la suya, con una relación terminada y con una chica con la que ya no salía más. Cuando hablada con él, sentí que estaba perdiendo mi capacidad de empatía, me costaba ponerme en su lugar, hace mucho tiempo que no termino con alguien y ya casi me estoy olvidando de lo que se siente.

El sábado me encontré en el messenger con P y nos pusimos a hablar de una amiga en común, de I. Me contó que I tenía la sensación de que su relación ya no va más, su chico lejos (en otra ciudad), I en Lima, cansada de darlo todo y de sentir que la otra parte no está dando lo mismo. La única certeza que tienen es que se quieren... sin embargo, pareciera que a medida que crecemos, el amor ya no es suficiente para garantizar que las cosas en una pareja funcionen.

Ese mismo día en la noche conversando con unas amigas, L nos contó que tenía un caballero amante (como lo había bautizado), un chico con el que no había ninguna relación afectiva, solo se veían cuando querían y hacían lo que les provocaba hacer. L estaba sorprendida de sí misma, había pensado ponerle punto final a su caballero amante pero mejor no, total, estaba bien para pasar el rato. Le pregunté como se sentía con esa relación y me dijo que bien, entonces me pareció que no había ningún problema en la medida en que las dos partes lo tengan claro.

Pensaba en estas tres historias y en lo complicado de las relaciones humanas. En esos momentos en los que sabes que algo está mal pero no quieres enfrentarlo y es mejor dejar pasar el tiempo. Pensaba en todas las veces en que sabemos que esa persona no es, que la relación no es, que el tiempo no es, pero persistimos y persistimos, cuando en realidad lo que deberíamos hacer, es ponerle fin. Y luego aparece L con un equilibrio perfecto, claro no es una relación de pareja, pero es una dinámica en donde las dos partes dan lo que tienen que dar, conseguir esta armonía es lo que nos complica la vida.

Cuando decidimos vivir en pareja, creo que pueden pasar dos cosas, o nos llenamos de incertidumbres y esa horrible sensación de que algo está mal o nos llenamos de certezas y de saber que estamos, con quien queremos envejecer... ahora estoy viviendo esta segunda opción, aún no sé cómo pasó... pero lo disfruto, porque las relaciones de pareja, como la vida, tienen una dinámica circular... y como el círculo da vueltas, nos toca vivir de todo.

Decía que ya casi me estoy olvidando de lo que se siente cuando terminamos con alguien, pero en realidad no lo olvido por completo... y se me viene a la mente una canción de Manu Chao que escuchaba obsesivamente...

Ya estoy curado
Anestesiado
Ya me he olvidado de ti
Hoy me despido
De tu ausencia
Ya estoy en paz

Canción para terminar esta entrada: La despedida - Manu Chao.

miércoles, 23 de abril de 2008

Diada de Sant Jordi

Hoy es el día del amor y la amistad en Cataluña, la tradición dice que se deben intercambiar rosas (para las mujeres) y libros (para los hombres). Toda la ciudad se ha levantado desde muy temprano, para llenarse de flores y de libros. Las librerías han sacado puestos a las calles y han rebajado sus precios, además que establecen rigurosos horarios en donde los escritores firman sus obras. Estuve pendiente, pero no conocía a ninguno, no sé si eran autores muy locales o yo muy poco conocedora, espero que haya sido lo primero.

En estas mesas instaladas en toda Cataluña, se debieron comprar libros por un valor de 20 millones de euros, cerca del 10% de la facturación libresca anual. En la provincia de Barcelona, el 60% de la población suele leer libros en su tiempo libre, según el estudio de Hábitos de lectura y compra de libros 2007. Este número no me pareció ni mucho ni poco, pero sirvió para despertar mi curiosidad sobre lo que pasaba en Lima, encontré una encuesta (sí, de APOYO) de hace 5 años, que revelaba que el 33% ha leído un libro en los últimos 6 meses, este porcentaje se concentra evidentemente en las clases más altas.

Me cansa sentir que la desigualdad que se vive en el Perú, no es solo económica. ¿Por qué no tenemos un ministerio de cultura?, si ya sé, algunos mencionarán al INC, pero no es un ministerio. Otros me dirán que tenemos necesidades más urgentes y que el Estado no se da abasto y estoy de acuerdo, sin embargo, en algún momento se tiene que empezar a fomentar el interés por la cultura, por la lectura, por el cine, por el arte, por el baile, por aquello que de alguna manera u otra también refuerza nuestra identidad.

Muy cerca a mi casa hay una biblioteca municipal, sacar el carnet de socio es gratuito, al igual que el alquiler de libros, revistas, películas, discos y dvds, hay computadoras con acceso a internet, salas de lectura, una variedad de talleres, en fin, excelentes recursos y siempre llenas de gente. Una de las cosas que en algún momento me llamaron la atención, es la gran cantidad de personas que van leyendo en el metro, incluso de pie! Claro ir en metro no es lo mismo que subirse a una combi y la lectura puede hacerse con más comodidad, pero dice algo de las costumbres de una ciudad y de las personas que viven en ella.

Sant Jordi, que además coincide con el día internacional del libro, me parece un excelente pretexto para salir a la calle y comprar aunque sea por impulso; para recibir rosas, que siempre caen bien y para ver si nos animamos a leer un poquito más. Aquí algunas imágenes de Sant Jordi en Barcelona:


PD. Ah! No podía dejar de mencionar que hoy fue la semifinal de la Champions League, mi casa está a unos 30 metros del Camp Nou y siempre que hay partido mi cuadra se convierte en una fiesta futbolística. Paradojas de la vida, si tomamos en cuenta que no me gusta el fútbol. Hoy entre Sant Jordi y la Champions, la ciudad estaba de fiesta y en especial la puerta de mi casa!! Para comprobarlo hacer click en el video.

viernes, 18 de abril de 2008

Veintiocho

Mañana es mi cumpleaños # 28. Suena bastante, pero en realidad no lo es. Son justos los años como para mirar hacia atrás y ver que hay camino recorrido, pero también para mirar hacia adelante… y ver camino, pero mucho, mucho más largo y eso, me entusiasma!

Aún no tengo decidido que deseo le pediré a mi vela de cumpleaños, pero lo que sí sé, es que espero mis 28 con mucha alegría y que quiero que se queden por mucho tiempo… porque a decir verdad, suenan mejor que 29.

Mañana haré un brindis por mi vida y por todo lo bueno que hay en ella… y por mi familia y mis amigos más queridos, porque son parte de mis razones para vivir.

Mañana es mi onomástico:

Hoy tu tiempo es real
nadie lo inventa
las noches sin amor quedaron lejos
y lejos el pesar que desalienta

tu edad de otras edades se alimenta
no importa lo que digan los espejos
tus ojos todavía no están viejos
y miran
sin mirar más de la cuenta

tu esperanza ya sabe su tamaño
y por eso no habrá quien la destruya
ya no te sentirás sola ni extraña

vida tuya tendrás y muerte tuya
ha pasado otro año
y otro año
le has ganado a tus sombras
aleluya

Mario Benedetti.

sábado, 12 de abril de 2008

¿Y ahora qué?

No sé. Hace mucho que no escribo en este hueco y no por falta de ganas o de ideas, sino por falta de tiempo. Ya me había olvidado del significado de esas tres palabras y sobre todo de la sensación que generan. No me gusta. Los meses están pasando muy de prisa, las clases me están desbordando y el final de la maestría se convierte en sinónimo de… ¿tesis?, ¿en pleno verano?, ¿en vacaciones?, ¿en Barcelona? No suena bien, lo sé.

Pero el final también es sinónimo de ¿y ahora qué? Lo más sencillo sería no cuestionarlo y regresar, la conducta más esperable. Sin embargo, me paso la vida complicando hasta las decisiones más sencillas de tomar, dándole vueltas a todo, imaginando como sería la historia si esto en lugar de lo otro. ¿Regresar será mejor que quedarse?, lo que siempre pienso es ¿quedarse para qué?, ¿qué tanto estoy dispuesta a hacer para escribir mi historia viviendo fuera del Perú? Y otra cosa que también pienso siempre es ¿regresar para qué? Mi vida en Lima la conozco de memoria, lo que quiero y extraño ahí estará, esperándome volver y me llena de alegría, de entusiasmo, de luz y lucidez; pero lo que no quiero y no extraño, también estará y eso me llena de cólera, de pena y sobre todo de frustración.

Hace algunos sábados fui a un encuentro de mujeres peruanas en Barcelona, desde que estoy acá ha surgido en mí cierta fascinación por el fenómeno de la migración. Es algo que he empezado a ver de una forma muy distinta. Fue muy interesante escuchar historias, ver rostros, leer testimonios, todas mujeres, todas peruanas… como yo. Algunas habían venido hace muchos años, cuando no se necesitaba visa y conseguir la legalidad o incluso la nacionalidad española era una cuestión muy sencilla de resolver. Otras llegaron escapando del terrorismo, del gobierno de Alan (sí, ese que tenemos otra vez!!), de la dictadura de Fujimori… y las más recientes, llegadas alrededor del nuevo siglo.

Creo que las mujeres en comparación a los hombres, tienen motivaciones distintas para emigrar. Muchas habían venido para unirse a sus esposos y habían traído a sus hijos (a los que habían podido traer), algunas se habían enamorado y casado con españoles, otras habían venido a estudiar y se habían quedado y también estaban las que habían conseguido una visa de turista y no regresaron más. De este último grupo me llamó la atención Giovanna, entró a España hace un par de años, empezó a buscarse la vida y se quedó. El menor de sus hijos tenía 10 meses cuando vino, ella y su esposo habían terminado la universidad en Arequipa y ninguno de los dos encontraba trabajo. Estar acá era una forma de ayudar económicamente a su familia, de poder pagarles un colegio particular a sus hijos, de reducir su culpa y su soledad al estar lejos… su historia me conmovió. Giovanna no sabía qué hacer, si quedarse a pesar de la tristeza, de la distancia, de lo duro que debe ser sentirse una “ilegal”, de saber que si sales no podrás volver a regresar…. Sentía que de irse, todo el esfuerzo no valdría la pena, pero de quedarse, cada día sin ver crecer a sus hijos era muy doloroso y hay cosas, muchas cosas, que el dinero no logra resolver.

Yo no creo en las casualidades y ayer, después de haber estado pensando tanto en ella, me la encontré en el metro, regresaba del trabajo (como no tiene documentos, un quehacer de bajo peligro es la limpieza doméstica) hablamos un poquito y me dijo que había decidido regresar al Perú, estaba buscando pasajes para setiembre. No pudimos hablar más, tuvo que bajarse… no sé por qué su decisión me dio tranquilidad. Pienso en ella y pienso en las mujeres que viven fuera de su país, que están lejos de sus familias... y al hacerlo, de alguna manera pienso en mí también.

Uno de los caballitos de batalla de las pasadas elecciones presidenciales fue la lucha contra la inmigración, Rajoy culpaba a Zapatero de no haber hecho nada para reducirla y que más bien España se había convertido en una coladera…. los inmigrantes entraban como Pedro a su casa, él tomaría medidas drásticas para impedirlo, aquí un extracto de lo que dijo en el segundo debate: “(…) hay muchas personas que se ven perjudicadas, las personas que vienen de fuera tienen derechos, pero los españoles también tienen derechos y a la hora de ir a una plaza escolar, a la hora de ver qué se puede hacer con las becas de comedor, a la hora de ir a la sanidad pública, a la hora de buscar viviendas, pues algunos españoles se pueden ver perjudicados”. Es decir, para Rajoy, las personas que vienen de fuera le están quitando un lugar en el colegio a un niño español o lo que es peor una atención médica en un hospital!! Hay algo que se llama intolerancia y que muchas veces nos lleva a hacer juicios poco correctos. Entre los partidos de derecha (como el de Rajoy), en Cataluña hay uno que se llama Convergencia y Unión (CiU), hace unos días vi un rezago de la campaña… juzguen ustedes mismos.

Por si no entiende bien el catalán, lo que dice es: “La gente no se va de su país por ganas sino por hambre. Pero en Cataluña no cabemos todos”. Duran fue un candidato al parlamento español, no sé si consiguió un escaño o no, pero por lo menos el partido quedó bastante maltratado en las pasadas elecciones, eso me hace pensar que el sentido común no se ha perdido del todo en Cataluña.

Toda esta descripción de ideas y sucesos no son más que la cantidad de información no procesada que hay en mi cabeza. Ser extranjero es una experiencia compleja, de bueno tiene mucho, pero de incómodo también. Saber que eres diferente, que tu acento es distinto, que tus comidas son otras, que tu forma de celebrar, de saludar, de hablar… aunque similar (claro, no estoy en la China) es diferente. Pese a ello, me sigo preguntando ¿y ahora qué?, ¿a dónde quiero ir?, ¿dónde quiero estar?, ¿de qué forma quiero vivir?, ¿con quién quiero vivir?... quizás ya esté demasiado grande para plantearme estas preguntas… quizás esté viviendo una adolescencia tardía (otra vez!)…. quizás ya debería tenerlo resuelto, pero no es así. Quiero ser protagonista de mi vida, ser yo quien tome las decisiones, aunque me pueda arrepentir, no quiero hacer lo que se supone, lo que se espera, lo que “tiene que ser”, sin la certeza de que es lo correcto, lo que tarde o temprano me hará sentir bien, satisfecha, feliz.

Hay una canción de Ismael Serrano que me reconforta mucho, ahora cuando la escucho pienso en Giovanna… ¿me habré obsesionado con ella? Aquí un parrafito y luego la canción.

No estarás sola,
siempre habrá quien te ayude a hacer las mudanzas,
quien te regale manos, flores, presencias, sin pedir nada.


viernes, 28 de marzo de 2008

¿Para qué sirve la historia? (II)

Caso 1: Esta es una máquina que vende periódicos. Cuando recién la vi, pensé que era un distribuidor de diarios gratuitos, luego, me di cuenta que tenía una ranura para poner una moneda. Lo comprobé cuando se acercó un señor, metió una moneda y retiró un periódico. Igual se podría coger el diario sin poner ninguna moneda (no hay reja, puerta, ni nada que lo impida).

Caso 2: Este es el metro de Berlín, la entrada es totalmente libre. Dentro del andén hay una máquina que vende los tickets y cada pasajero lo compra y lo marca (como prueba de que lo ha usado). Tardé varios minutos en darme cuenta del funcionamiento, cuando recién entré, pensé "es gratis", en realidad era imposible que lo fuera, pero no entendía donde ni como se pagaba cada viaje. Cuando por fin supe cómo se tenía que hacer, tampoco entendía por qué se debía comprar un ticket si se podía subir sin ningún impedimento al vagón.



Estos dos casos me dejaron pensando en que diferente sería, si esa máquina y ese metro estuvieran en Lima. En la entrada anterior planteaba la hipótesis de que una de las razones del desarrollo de un país es aprender de su historia, esta vez pensaba escribir acerca de los ciudadanos como agentes de cambio y de por qué algunas cosas en Lima (y en el Perú en general) no funcionan como deberían.

Tenía esa hipótesis hasta que me puse a pensar con mayor detenimiento en este fenómeno. Esta tarde conversaba con algunas amigas de mi clase (sudamericanas todas) y hablábamos de los problemas de nuestros países... hasta que dije "el tema es que no somos honestos y siempre estamos pensando en sacarle la vuelta al Estado, en evadir impuestos, en atropellar a los demás, en pasarnos la luz roja, etc, etc, etc". No pasó mucho tiempo para que me dijeran que en realidad el problema era la gente que pensaba como yo. Me explico, ¿por qué creer que otras culturas u otros ciudadanos son mejores que nosotros?, ¿por qué esperar que un peruano se comporte igual que un alemán? No tiene sentido, son realidades e historias muy distintas. Ellas, ponían la responsabilidad en el Estado y en la falta de políticas públicas que eduquen, protejan y den bienestar a la ciudadanía.

Traté de defender mi postura dando ejemplos cotidianos como el peatón que en lugar de cruzar por el puente peatonal pasa corriendo por debajo o el chofer de combi que se siente dueño de la pista y de los semáforos. Yo estaba poniendo todo el peso en el individuo y en el proceso de socialización, es decir, el aprender e interiorizar normas, valores y formas de percibir la realidad, que nos permiten adaptarnos al entorno en el que vivimos. De ahí que cada sociedad tiene una jerarquía de valores distinta y eso conlleva a tener ciudadanos que se comporten de forma diferente. Sin embargo, no estaba considerando la responsabilidad que tiene el Estado en todo esto. Mi análisis pasaba por "culpar" a los pobladores de los problemas de convivencia y de caos que tiene Lima, cuando en realidad no se le puede pedir respeto a aquel que nunca ha sido respetado.

El cuestionamiento que esta conversación me dejó fue, siguiendo el ejemplo de las combis, que habría que ver si es que el Estado procurara políticas públicas que solucionen el problema del transporte, si es que los choferes ganan lo que deben ganar, si reciben los beneficios laborales que les corresponden y si los policías de tránsito sancionan drásticamente, si es que luego de todo ello, siguen manejando como salvajes. La hipótesis ahora, es que los ciudadanos responden a la ausencia e indiferencia del Estado, a aquello que nunca han recibido y que por tanto, no les permite actuar ni ver el mundo de otra manera.

Hay cosas de Lima que son escandalosas, que me desagradan, que sencillamente no tolero. No pretendo quitarle responsabilidad al ciudadano, ni excusar conductas poco civilizadas, pero dentro de la aparente irracionalidad, hay racionalidad. Es una respuesta a lo que el Estado no ha podido solucionar. Siguiendo esta lógica, ¿qué pasa con aquellos que sí han recibido educación, que sí han vivido en un entorno de orden, y en donde las cosas funcionan correctamente? Estamos hablando de los que pertenecemos a un sector privilegiado. Pues en este caso es más escandaloso no respetar, no cumplir la ley, no buscar la convivencia en armonía.

Ahora tengo claro que ni la máquina de periódicos ni el metro, funcionarían en Lima y no tiene sentido planteárselo. Nuestra historia es diferente y eso hace que nuestros ciudadanos (y su escala de valores) sean diferentes, ni mejores ni peores, solo diferentes. Lo que si debemos procurar y exigir, es un Estado que empiece a actuar... cada uno de nosotros responde a lo que recibe, es en cierto modo, una forma de condicionamiento clásico, un estímulo produce una respuesta. Desde hace tiempo es hora que el Estado empiece a estimular y lo que nos toca a nosotros es responder.

domingo, 23 de marzo de 2008

¿Para qué sirve la historia? (I)

A la velocidad con que cambian las cosas, la segunda guerra mundial sucedió hace mucho, mucho tiempo, ni siquiera habían nacido mis padres. Sin embargo, todos sabemos de ella, no solo por los cursos de historia, sino también por las decenas de películas y libros que se han escrito. Nazis, campos de concentración, persecución a los judíos, holocausto, las SS, etc. Miles de historias, miles de rostros, miles de muertes.

Desde hace algunos años, comencé a pensar en Alemania de manera distinta. El primer estereotipo que tenía era el de una país frío, de gente dura, con un idioma tosco y un clima terrible. En realidad, eran las únicas ideas que se me venían a la mente cuando pensaba en Alemania. Luego, empezó a despertar en mi cierta curiosidad, ¿cómo podía ser que un país que había quedado destruido después de la 2da GM ahora sea una potencia económica? Han pasado solo 60 años! ¿Cómo pudieron recuperarse tan pronto? Además quedó dividida, Alemania unificada es historia reciente, tenía 9 años cuando cayó el muro de Berlín, y de eso sí me acuerdo.

¿Por qué hay países como Alemania que luego de perder una GM se ponen de pie y recuperan fortaleza, desarrollo y estabilidad? Esta pregunta inmediatamente me lleva a pensar en otra, ¿por qué hay países como el Perú que tienen siglos de subdesarrollo? Aquí hay algo clave: aprender de la historia. Berlín es una ciudad fascinante, moderna (es obvio, todo tuvo que ser reconstruido), ordenada, respetuosa y llena de historia. Impregnada de pasado, reconociendo que se equivocaron, que vivieron años de terror, que hicieron daño y que no debería repetirse. Monumentos en homenaje a las víctimas, no solo de la GM sino también de los que murieron intentando cruzar el muro. Historias de héroes, de ciudadanos comunes y corrientes, de gente que perdió la vida injustamente. No se les olvida. Es como si sintieran vergüenza de lo que sucedió, pero no se oculta, sino que se recuerda, se mantiene vivo, para que sepan que no debe volver a repetirse.

Esta es la foto del monumento al holocausto, se encuentra en el centro de la ciudad, en medio de edificios residenciales, es imposible no verlo. Puede resultar algo extraño, pero es muy significativo, son 2.711 bloques de hormigón de distinta altura, ninguno es igual al otro. Se encuentra muy cerca de donde estuvo la Cancillería del Tercer Reich y el búnker de Hitler.

Me llamó la atención también el equilibrio entre lo que se realza y lo que no. El búnker de Hitler pasa totalmente desapercibido, como si debajo de ese pedazo de suelo no hubiera habido nada. No vaya a ser que de ponerle aunque sea una placa recordatoria, se levanten manifestaciones descabelladas. Es cierto que todavía hay extremistas, el Estado no puede intervenir en la mente ni en la ideología de las personas, pero sí en el diseño de la ciudad y en decidir a quién se homenajea y a quién no.

Nosotros también hemos tenido guerras, torturas, muertos, desaparecidos, malos gobernantes, hemos cometido atrocidades, errores que no se deberían repetir. ¿Hemos aprendido?, ¿recordamos a nuestras víctimas?, ¿recordamos nuestras caídas?, ¿nuestros errores?, ¿a quiénes arruinaron el país?, ¿a quiénes mataron, persiguieron, violaron, robaron? ¿Cuánta controversia hay alrededor del Ojo que llora?, ¿cuántos lo hemos visitado?, ¿cuántos ni siquiera sabemos lo que es? Yuyanapaq se muestra permanentemente en el Museo de la Nación, ¿nos interesa?, ¿la historia del Perú, nos interesa?

Después de las elecciones presidenciales tuve un enorme sin sabor, ¿por qué le volvimos a dar el país a quien fue uno de los peores presidentes de nuestra historia? Muchos dirán “no teníamos salida”, creo que hay una pregunta anterior, ¿por qué nos cerramos nosotros mismos la salida? Tengo una pesadilla recurrente y es una posible reelección de Fujimori, no sé si me estoy volviendo pesimista, pero no me considero poco cuerda al creer que podría ser real. La historia, no solo la del Perú, sino la de nuestra vida misma, debería enseñarnos. ¿Para qué sirve la historia? Pues para aprender de ella, eso diferencia a quienes mejoran y se superan y a quienes están tropezando constantemente.

Para terminar, una frase que creo le viene a pelo a esta entrada y que además he tomado de la página principal de la CVR.