jueves, 26 de mayo de 2011

Con esperanza y dignidad


Cuando estalló todo el escándalo fuji-montesinista, yo estaba en la universidad. El mismo día que salió el video de Kouri recibiendo dinero de Montesinos, la PUC estaba organizando una manifestación. Fueron largos meses de pancartas, marchas, plantones, pintado de paredes, y toda actividad que demostrara que no queríamos a Fujimori. NUNCA MÁS!

La PUC a mi no solo me enseñó sobre Psicología, me ayudó a ver más allá de mi círculo social, a estar informada, alerta y a tener una mirada (desde mi punto de vista) más completa del país. Creo en que mi tarea como ciudadana es contribuir a una sociedad más justa, donde la riqueza se distribuya de manera más equitativa. Una sociedad en donde todas las personas seamos tratadas de la misma manera, sin importar lo que hagamos para ganarnos la vida, el tamaño de nuestro sueldo, el lugar donde vivamos o la fe que profesemos. Un país que priorice el bienestar social antes que el modelo económico y que de ninguna manera, premie a quienes ya nos engañaron y nos robaron.

Evidentemente ya no estoy en la universidad, hoy otros estudiantes salieron a la calle a manifestar su repudio a la hija del dictador. Yo estoy esperando la hora de salida del trabajo, para hacer lo mismo. Pase lo que pase luego del 5 de junio, es momento de estar más vigilantes que nunca!

lunes, 23 de mayo de 2011

Porque tenemos memoria...

Tres días después de la primera vuelta, me subí a un avión. Luego de 12 hrs de viaje, mi mente casi había dejado atrás el mal sabor de boca que me dejó el 10 de abril. Traté de desvincularme lo más posible del país (y por supuesto) de la situación política. Casi 40 días después, he vuelto. 

Como suelen hacer los viajes, este me ha traído esperanzas, alegrías, aprendizajes (muchos), aperturas de mente y de corazón y un re-conocimiento de lo que soy y lo que quiero seguir siendo. Y en este camino de asimilar lo que he vivido, no puedo evitar pensar en mi país y sobre todo, en lo que será la segunda vuelta.

Hace varios días estuve en el museo de Anna Frank o "la casa de atrás" como la llamaba. Salí completamente conmovida, no solo por la historia del pasado, sino por lo vigente que siguen siendo estos sucesos actualmente. Y me sentí interpelada por nuestra historia, por nuestra intolerancia, discriminación, por la gente que se cree "superior" por su color de piel, por su grado de instrucción, por el barrio donde vive o por cualquier cosa.

Museos como estos, no solo sirven para recrear eventos del pasado, sino para recordar que hay errores de la historia no se deben repetir en una sociedad.

Hace más de 40 años, Otto Frank escribía: Me parece importante que la gente no sólo acuda a la Casa de Ana Frank para ver la casa de atrás, sino que allí se la anime a tomar conciencia de que aun hoy hay personas perseguidas por motivo de su raza, religión o ideas políticas. Otto Frank, 3 de agosto de 1970.

Aun hoy siguen muchas heridas abiertas y hay gente que no quiere recordar o prefiere pasar por alto muertes, asesinatos, torturas, violaciones, robos. Todo sea por el desarrollo económico y por cuidar del modelo que nos ha permitido casi 10 años de crecimiento ininterrumpido.

Que importante es reconocer que todos somos iguales en derechos y deberes, que la vida humana tiene el mismo valor y que los errores del pasado se deben recordar, para aprender de ellos y no volver a repetirlos. Y sobre todo, para no volver a entregarle nuestro país a un "partido político" que ya demostró lo que fue capaz de hacer con los peruanos más pobres, con las instituciones democráticas, con los medios de comunicación, con las FF.AA, con los campesinos, con todo lo que pudo.