Todo comenzó a la una de la madrugada del 24 de marzo de 1976 cuando el general José Rogelio Villarreal le dijo a Isabel Martínez de Perón: “Señora, las Fuerzas Armadas han decidido tomar el control político del país y usted queda arrestada”. Es cierto: el país no estaba bien, había inflación, crisis sindical, violencia y una sensación de ingobernabilidad absolutamente real; pero lo que se iniciaba esa fatídica madrugada sería peor. Asumía el control del país una Junta de Comandantes en Jefe integrada por el teniente general Jorge Rafael Videla.
“Control del país” significó, entre otras cosas, disolución de los partidos políticos y del Congreso, anulación de la libertad de prensa y expresión, reemplazo de la Corte Suprema de Justicia, supresión de toda actividad política y sindical, entrega económica. Y, fundamentalmente, muerte. Comenzaba el mayor genocidio de la historia nacional. El terrorismo de Estado ocupaba los sillones. El plan de exterminio estaba en marcha. La Argentina, los argentinos, nunca más serían los mismos.
Esta historia sucedió hace 33 años, hasta ahora el pueblo argentino lo sigue recordando. El 24 de marzo es feriado, es el día nacional por la memoria, la verdad y la justicia. La Plaza de Mayo se llena de fotografías de desaparecidos, perseguidos, torturados y asesinados durante la dictadura de Vilela. Madres y Abuelas de Mayo se reúnen a recordar a sus muertos. La ciudadanía se moviliza alrededor de vigilias, marchas y plantones. Es la necesidad de recordar que aquellos años de terror, no se deben volver a repetir.
“Control del país” significó, entre otras cosas, disolución de los partidos políticos y del Congreso, anulación de la libertad de prensa y expresión, reemplazo de la Corte Suprema de Justicia, supresión de toda actividad política y sindical, entrega económica. Y, fundamentalmente, muerte. Comenzaba el mayor genocidio de la historia nacional. El terrorismo de Estado ocupaba los sillones. El plan de exterminio estaba en marcha. La Argentina, los argentinos, nunca más serían los mismos.
Esta historia sucedió hace 33 años, hasta ahora el pueblo argentino lo sigue recordando. El 24 de marzo es feriado, es el día nacional por la memoria, la verdad y la justicia. La Plaza de Mayo se llena de fotografías de desaparecidos, perseguidos, torturados y asesinados durante la dictadura de Vilela. Madres y Abuelas de Mayo se reúnen a recordar a sus muertos. La ciudadanía se moviliza alrededor de vigilias, marchas y plantones. Es la necesidad de recordar que aquellos años de terror, no se deben volver a repetir.
Esta foto es de la Plaza de Mayo, lunes 23 de marzo, víspera del feriado. Ya se habían iniciado las actividades y se sentía ambiente de organización para participar del día de la memoria. Hace pocos años, el gobierno decretó el 24 como feriado nacional, se trata de una medida reciente, aunque según me dijeron, pese a que antes no era feriado, siempre había manifestaciones en la Plaza de Mayo.
Obviamente este feriado me llamó la atención y fue el tema de la sobremesa, ¿ché, y han habido dictaduras en el Perú? Pues como muchos países en Latinoamérica, los gobiernos militares los hemos vivido por largos años. Sin embargo, yo no tengo recuerdo de Velasco, lo conozco por la historia, pero no lo viví. Así es que empecé a hablar de la dictadura que si conozco, del cierre del Congreso, del cambio de constitución, de la toma de los medios de comunicación, de la corrupción tan escandalosa. Hablé de nuestros años de terror, de nuestros muertos, de nuestros desaparecidos. De Lucanamarca, Chuschi, Cantuta, Barrios Altos, de la guerra interna, de la lucha entre las Fuerzas Armadas, las autoridades políticas, los ronderos, la ciudadanía, la lucha de todos entre todos. Eso sí lo recuerdo bien.
Pero parece que para nosotros el recuerdo no es importante. Desde hace varias semanas que nos enteramos que el Gobierno peruano rechazó una donación del Ejecutivo alemán de dos millones de dólares para la construcción y mantenimiento de un “Museo de la Memoria” que recuerde a las víctimas de los años del terrorismo (1980-2000).
Que se destine el dinero a otra cosa, aquí no necesitamos museos, hay un sesgo contra las Fuerzas Armadas, no queremos recordar, no nos interesa, tenemos otros problemas más urgentes, más importantes. No, no queremos recordar.
1 comentario:
Sí pues, y ese "No queremos recordar", es un "no queremos que nos recuerden lo que hicimos"...
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