Barcelona es una ciudad de la cual uno se puede enamorar rápidamente, tiene muchos atractivos pero sin duda lo que más me gusta es el mar. Hace algunas semanas, cansada de lo subterráneo del metro, decidí explorar el autobús. Descubrí uno que me lleva a la universidad y que luego de pasearme por toda la ciudad, pasa casi 15 minutos por una avenida que da al mar. Me encanta! El mediterráneo no es un mar que destaque particularmente, digamos que no es el caribe, no tiene arena blanca y el agua no es de color azul... es solamente mar, que en sí mismo es maravilloso. Adicionalmente al paisaje, está el sol que aquí sale todos los días, un sol que alumbra, calienta e ilumina, haciéndonos olvidar que en realidad estamos en invierno.
Siempre me he preguntado por qué me gusta tanto el mar. Algunas veces creo que es porque nací en un puerto y desde chiquitita me han llevado a la playa. En realidad todo el tiempo he estado rodeada de mar, de Ilo a Lima y luego a Barcelona. Tengo el presentimiento de que no podría vivir en una ciudad sin mar, aunque no lo vea todos los días, es simplemente saber que está cerca y que cuando quiera puedo verlo, escucharlo, olerlo, sentirlo.
Una de las tantas cosas que he aprendido de mi padre, ha sido el gusto por Serrat. Escuché por primera vez el catalán a través de sus canciones, en ese momento no entendía por qué siendo español y teniendo la mayoría de sus letras en castellano, tenía algunas en catalán. Ahora al estar aquí, siento que comprendo mejor sus letras, entiendo el por qué del idioma y hasta lo escucho sin dificultad cuando canta en catalán. Una de las canciones que más me gustan es Mediterráneo. En palabras de Serrat, “Mediterráneo es un puñado de canciones que se escribieron entre agosto y noviembre de 1971 en Calella de Palafrugell (Girona), Fuenterrabía (Guipúzcoa) y Cala d'Or (Mallorca). Siempre junto al mar”. De hecho el primer nombre que tuvo esta canción fue Amo el mar. Yo no nací en el mediterráneo pero me deleito mirándolo y también amontonada en su arena guardo amor, juegos y penas.
Si un día para mi mal viene a buscarme la parca, empujar al mar mi barca con un levante otoñal y dejar que el temporal desguace sus alas blancas. Y aunque no haya nacido en el mediterráneo, a mí enterrarme sin duelo entre la playa y el cielo...
Para disfrutar: Joan Manuel Serrat (1974).
3 comentarios:
Me encanta esa canción y me identificó mucho con ella, sobre todo con "empujad al mar mi barca con un levante otoñal y dejad que el temporal desguace sus alas blancas y a mi enterradme sin duelo, entre la playa y el cielo...quiero tener buena vista...
En Chile, en Calbuco específicamente, está ese cementerio, en la ladera de un monte, más alto que el horizonte...
Saludos
A mi solamente me gusta ver el mar...
Es cierto, nosotros que vivimos en la costa, tenemos el privilegio de poder tener al mar frente a nuestros ojos, de poder contemplarlo y sentir su inmensidad en el trajin diario. Te cuento una anecdota, en el 2005 me fui a cusco por un mes, en ese mes no me di cuenta de cuanto podia extrañar al mar, de hecho no lo imaginaba. Al regresar del Cusco, cuando estaba por aterrizar estuve cara a cara con el inmenso oceano pacifico, no sabes la sensación que tuve, fue super extraña, y me senti algo orgullosa de Lima, cosa que nunca estoy, pero me senti limeña 100%, y ese mar era mi mar.
Conclusión: No puedo vivir sin el mar a mi lado, sin poder verlo, sin poder contemplarlo.
Creo que me gustaría Barcelona tanto como a ti.
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